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Actualizado: 14 de mayo de 2025
La muchacha, que en realidad era tan tímida como él, sentía sin embargo deseos de reirse de su turbación. Ella habló de su miedo, de los sustos que durante el invierno pasaba en el camino; y Tonet, halagado por el servicio que prestaba á la joven, despegó los labios al fin, para decirla que la acompañaría con frecuencia.
Le esperaba su madre como todos los días. Sin embargo, al negarse a aceptar aquel convite espontáneo y cordial, que en cualquier otra ocasión le hubiera halagado, obedecía a un presentimiento. No sabía por qué se le figuraba que le iban a convidar en casa de Vegallana, última visita que pensaba hacer. ¿Por qué le habían de convidar?
Núñez, como ya se ha dicho, le llevaba ocho o diez años de edad, gozaba de un nombre ilustre como pintor, frecuentaba la alta sociedad y era temido y agasajado por su mordacidad. Estas circunstancias hacían que Tristán se sintiese halagado por aquella amistad que, aunque nacida hacía dos años nada más, había adquirido gran intimidad, hasta llegar a tutearse.
El joven escribió el prólogo, mostrándose satisfecho de la retribución. ¡Cinco mil reales, de los cuales llevaba comidos cerca de la mitad!... Le quedaba cuerda para dos meses largos, y en este tiempo, raro sería que don Gaspar, halagado por el éxito, no desease hacer otro libro. Decididamente, la vida era alegre.
No me había dado derecho alguno para estar quejoso, ¿De qué la podía yo censurar? Hubiera podido quejarme de ella si me hubiera halagado con esperanzas engañadoras; pero nunca me dio la menor esperanza, nunca me prometió cosa alguna.»
A impulsos de esta simpatía había llegado a considerar a Maltrana hombre de grandes arrestos, tan corajudo casi como él, y cada vez que pensaba en la posibilidad de hacer un disparate para vengarse de la gente del barco o de los pasajeros orgullosos, exponía de idéntico modo su discurso: «Entre don Isidro y yo...». Y don Isidro escuchaba y aprobaba con su sonrisa estos planes destructivos, halagado en el fondo de su ánimo de que aquella fiera le considerase digno de su colaboración.
Sintiose el joven particularmente cautivado por aquella mirada, donde adivinaba cierta misteriosa simpatía; no sólo su amor propio se sintió halagado por las insistentes miradas de la joven, sino que experimentó un sentimiento de atracción, que le arrastraba hacia ella. Contentose, al principio, con decir para sí: ¡Qué niña tan bonita!
Gallardo sonreía, con movimientos afirmativos de cabeza, halagado ahora en su orgullo de artista. Aemás continuó el bandido , nadie dirá que yo he venío a La Rinconá a pedí ni un pedaso de pan. Gana el dinero lo mismo que yo: exponiendo la vía.
Max Platel, sintiéndose en disposición de dar una conferencia, y halagado por su éxito, que leía en las sonrisas plácidas y en las miradas atentas de su auditorio femenino, continuó: Las mujeres no se imaginan bastante, creo, la importancia de la estética en el vestido. No es que las acuse de falta de coquetería, ¡oh, no! Lamento solamente que no tengan siempre el gusto seguro.
Yo me he sentido muy halagado al ver que a mi llegada se encendía una nueva estrella en el cielo de Madrid. Desgraciadamente, la nueva estrella resultó algo semejante al nuevo microbio, que todos creíamos español y que resultó proceder del centro de Europa. No acabamos de descubrir nada por completo, ni en la región de lo infinitamente pequeño, ni en la de lo infinitamente grande.
Palabra del Dia
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