Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 13 de mayo de 2025


A algunos, a don Rosendo, a don Mateo, a don Pedro Miranda y al alcalde don Roque, ya Gonzalo les había saludado la noche anterior. Pero estaban allí además Gabino Maza, don Feliciano Gómez, el ingeniero francés M. Delaunay, Alvaro Peña, Marín, don Lorenzo, don Agapito y otros cinco o seis señores, que se levantaron para abrazarle.

Tambien á Diego Gomez, el que habia Al triste caballero aconsejado, Colgaron; y lo mismo aqueste dia Al Avila hicieran, que sacado Con estos tambien fuè, y ya queria El verdugo colgarle: encaramado Estuvo en los postreros escalones, Y

Señor Gómez Puente dijo al oficial mayor, que adelantó cuchilla y tenedor en mano , ¿qué hacéis? Salpimento unos lechones, señor Francisco contestó el oficial mayor. Muchas gracias, señor Gómez dijo Montiño. ¿De qué, señor Francisco? dijo el oficial mayor. Todo está en orden, todo limpio, todo á punto; parece que no he faltado yo de las cocinas. Vos nos tenéis acostumbrados á trabajar bien.

No fué siempre sencillo Enriquez Gomez en sus poesias, i se dejó arrebatar de la corriente del mal gustó que tan fuera de cauce andaba en aquel siglo. No es indigno de ser copiado en este lugar el siguiente soneto, no obstante la afectación de estilo que hai en algunos de sus versos. =Soneto.=

Y viéndole frío y disgustado por aquella broma de mal gusto, se empinó sobre la punta de los pies, colgose rápidamente a su cuello y, después de apretar los labios larga y apasionadamente contra los suyos, le dijo con acento zalamero: Ya sabía que no eras cobarde... pero quería comprobarlo. Las bromas de Paco Gómez.

Era García Gomez Palacin Aragones, valiente soldado, y honrado caballero, aunque desdichado, principal capitan, y valedor del vando de Berenguer de Entenza, y Fernan Jimenez de Arenós.

Ahora bien, Granate no acababa de persuadirse a que Paco Gómez procediese de buena fe. Su carácter jocoso, los terribles bromazos que se le atribuían perjudicábanle en el ánimo del indiano.

Empezó a impacientarse el resto de la comitiva por este trabajo laborioso. Nada quedaba en la tienda digno de ser devorado. Gómez y sus compatriotas se entretenían saltando los bancos de la plaza. Los padrinos pensaban con nostalgia en el comedor del buque. Eran las once en el reloj de la tienda, y el Goethe zarpaba a las doce.

El cardenal don Pedro Gomez de Mendoza ordenó un catecismo para que con él fuesen doctrinados, i tambien hizo algunas leyes para castigo de todos cuantos se separasen de lo que enseña el Evangelio.

Nunca había desesperado de ser condesa de la Villanera. Toda mujer que engaña a su marido aspira necesariamente a ser viuda; con mayor motivo cuando tiene un amante rico y soltero. No creía descabellado que Chermidy faltase un día u otro. Un hombre que vive entre el cielo y el agua es un enfermo en peligro de muerte. Sus esperanzas habían tomado cuerpo desde el nacimiento del pequeño Gómez.

Palabra del Dia

bagani

Otros Mirando