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Actualizado: 18 de octubre de 2025


A la inofensiva mazamorra la tenemos relegada al olvido, y como dijo mi inolvidable amigo el festivo y popular poeta Manuel Segura: Yo conozco cierta dama que con este siglo irá, que dice que a su mama no la llamó nunca mama, y otra de aspecto cetrino que, por mostrar gusto inglés, dice: yo no se lo que es mazamorra de cochino.

Después la condesa, que no participaba de nuestro humor festivo por la escena cómica que había seguido a la trágica, cual ordinariamente ocurre en el mundo, llevome aparte, y con aflicción me dijo: Temo haberme dejado arrastrar demasiado lejos por la ira que me produjo la presencia de aquella mujer. Le dije cosas demasiado duras, y cada palabra me pesa sobre la conciencia.

En la casa todos estaban revueltos, como si el amor propio de la fonda de la calle de las Águilas estuviese comprometido en aquella jornada. Eduardito se empeñó en ir conmigo, lo mismo que Villa y Olóriz. Matildita había ofrecido un cirio a la Virgen de la Esperanza si me aplaudían, y Fernanda, el dueño adorado cuanto maduro de su hermanito, oír una misa en día que no fuese festivo.

No hay duda de que, durante la Edad media, subsistieron las representaciones mímicas en los paises sujetos á la dominación romana. De los numerosos documentos, que lo atestiguan, indicaremos sólo los más importantes. El sínodo de Arlés, celebrado en 412, excomulga á los que visitan las iglesias en día festivo.

Entre lo festivo y lo triste, entre lo cómico y lo trágico, en esta novela, lo mismo que en la realidad, casi no hay intermedio, pero la absoluta carencia de afectación en el narrador vale más que los rodeos artificiosos para evitar que la transición sea brusca, y que los sucesos lamentables y el consiguiente cambio de tono produzcan disonancia.

Y aunque todas le servían con agrado y diligencia, se distinguía particularmente por su entusiasmo Presentación. ¡Las diabluras que aquel hombre festivo llevó a cabo con ella, sacándole monedas del pelo, de las narices, del cuello!... ¡Timoteo ansiaba beber su sangre! A las once, poco más o menos, hizo su entrada triunfal en el Vivero la familia del presidente de la Liga de Productores.

aplaudiéndolo toda la Academia con vítores y un dilatado estruendo festivo; y apercibiéndose el Cojuelo para otro, destosiéndose como es costumbre en los hombres, siendo él espíritu, dijo deste modo: A UN SASTRE TAN CABALLERO, QUE NO QUERÍA CORTAR LOS VESTIDOS DE SUS AMIGOS, REMITI

Lo grave era que, el callar doña Manuela a su hijo el clérigo esta última consideración, era ya prueba de excesiva docilidad. Pepe aguardó impaciente hasta el miércoles de aquella semana, que era día festivo, y mientras se vestía estuvo en su cuarto atento a los ruidos que escuchaba, deseoso de colegir, por el rumor de los pasos y el abrir y cerrar de puertas, si iría también a misa su madre.

El tono festivo y cariñoso con que ella dijo estas palabras alarmó más a don Juan que la seriedad irritada de momentos antes. ¿Quién...? ¿yo...? Tengo hechos mis preparativos; no quiero ofender a mi vieja Vicenta, que se propone lucirse como cocinera. Mira, también yo gasto, aunque soy un pobre.

Y con todo, á pesar de que la obra absorbía por completo mis pensamientos, ésta se presenta á mi vista con un aspecto sombrío y grave, sin que la alegre un festivo rayo de sol, sin que se hagan sentir mucho en ella las dulces y familiares influencias que á menudo suavizan casi todas las escenas de la naturaleza y de la vida real, y debieran suavizar también la pintura que de ellas se hace.

Palabra del Dia

aprietes

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