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Actualizado: 18 de junio de 2025


El duque de Lerma lo posponía todo á su ambición, hasta su dignidad de padre. Llamó á su secretario Santos, y le mandó extender y llevar para su cumplimiento á un alcalde, una orden de prisión á Quevedo. No se sabía por qué se prendía á Quevedo. Pero era necesario prenderle y se le mandaba prender. El duque quedó profundamente agitado.

Las semillas, como pulpos en gestación, se preparaban á extender los tentáculos de sus raíces hasta los cráneos que pocos meses antes contenían gloriosas esperanzas ó monstruosas ambiciones. La vida iba á renovarse una vez más. El automóvil se detuvo. Corrió el guía entre las cruces, inclinándose para descifrar sus borrosas inscripciones. ¡Aquí es!

Total, que no he podido reunir más. Aquí está el papel para el recibo... Pon mil doscientos reales para el mes que viene. Mejor será para el otro mes. Mira, mira, no pintes el diablo en la pared. Pon el mes que viene». Don José empezó a extender el recibo. «Bien clarito, señor escribano... ¡Hola, hola!, ¿está aquí tu Holofernes?... ¡Vida! ¡Gloria!».

Temblábale todo el cuerpo, volvió a extender los brazos hacia Ana... dio otro paso adelante... y después clavándose las uñas en el cuello, dio media vuelta, como si fuera a caer desplomado, y con piernas débiles y temblonas salió de la capilla.

O no se convencía Ponte, o convencido de lo buena que sería para él la posesión de la peseta, le repugnaba el acto material de extender la mano y recibir la limosna.

Dios, causa de todo, lo conoce perfectamente todo; la criatura, de causalidad muy limitada, conoce tambien con mucha limitacion; y si en alguna esfera puede asemejarse á lo infinito, es en ese mundo ideal que ella propia se construye, y que puede extender á su voluntad, sin que sea dable señalarle un linde que no pueda todavía retirar.

La caja tocaba al pecho de Lázaro, y éste sentía el empuje con tanta fuerza, que, por no caer, tuvo que dar un paso atrás y extender los brazos hasta tocar los hombros de la santa. Hace usted bien dijo el aragonés. ¿De qué sirve guardar ese dinero, que puede ser útil á usted y á otros? Si contestó Paulita con efusión. Es nuestro. Ya no sabía Lázaro qué partido tomar.

Extender la vista por el valle, por las montañas, por el horizonte, y querer recorrerlo todo hasta el fin, fué en la pluma obra de un momento. Desaparecieron corral, casa, aldea; la torre de la iglesia, como gigante despavorido, caminaba también con grandes zancajos hasta perderse de vista.

Dolly Dawson caminaba tranquilamente, conversando y riendo, mientras él de cuando en cuando se inclinaba a su oído y le hacía algunas observaciones. Al levantar la cabeza y extender la mirada a través del lago, vi asomar sobre su sobretodo un cuello clerical y un pedacito de tela púrpura. Aquel hombre era evidentemente algún canónigo u otra dignidad de la iglesia católica.

Yo respiro libre, ancha y desembarazadamente, y todo el aire del Arabistán bastará apenas para el pecho mío. ¡Oh cuán dulce es mirar de aquí con todo el alcance de su vista! Mis ojos se engrandecen, se fortifican y alcanzan más allá de los límites del horizonte. ¡Oh cuán dulce es extender aquí mis brazos franca, poderosamente y en toda su extensión!

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