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Actualizado: 3 de mayo de 2025


Sábese por S. Eulogio y Alvaro Cordobés que en los tiempos de persecucion se añadian á los tributos ordinarios que pagaban los cristianos otros estraordinarios, sin duda como castigo y medio de intimidacion.

El mismo dia que le proclamaron rey echó del palacio y casa real á todos los cristianos que en ella servian, quitándoles las raciones y sueldo que tenian; y entre ellos fué tambien echado Joseph, hermano de S. Eulogio, como el santo refiere. De esta destruccion de los templos de los cristianos en tiempo de Mohammed nos ocuparemos tambien en el capítulo Córdoba mozárabe. S. Eulogio: Docum.

Alvaro: Indículo luminoso, núm. 3. Así lo testifica S. Eulogio en su Epist. 2.ª á Alvaro. La legacía de S. Juan Gorziense es uno de los sucesos mas curiosos que puede presentar la historia diplomática de la edad media. Labbe, Mabillon y Pagi nos dan de ella estensas noticias, que hallará el lector habilmente recopiladas en Gomez Bravo, Catálogo de los obispos, etc., tomo I, pág206 y siguientes.

Es la primera la de que España, cuando la conquista muslímica, tenía su ciencia propia, de la que dan testimonio clarísimo no pocos escritores y sabios, descollando entre todos San Isidoro de Sevilla, y que esta ciencia, á pesar de las persecuciones y tiranías de los conquistadores, continuó luciendo entre los muzárabes ó pueblo cristiano vencido, y dió altas muestras de en el abad Sansón, en San Eulogio y en Alvaro de Córdoba.

Sea diversa nuestra regla: creamos que donde hubo maestros para hombres tan insignes en letras y en virtudes como S. Eulogio y Paulo Alvaro, no pudieron faltar virtudes para proceder con conciencia pura, ni letras para obrar con pleno conocimiento de lo que permitia y vedaba la disciplina de la iglesia goda; tengamos por seguro que el clero de Córdoba fué siempre digno de la alta reputacion que supo granjearse en todas las épocas conocidas de nuestra historia sagrada, pues no haremos escesiva gracia al que en todos sus actos notorios procedió como santo, si en alguno de sus hechos ignorados le suponemos consecuente.

La monarquía de Rodrigo era al comenzar el VIII siglo una de las mas cultas y florecientes del orbe: quien lo dude no tiene mas que recordar el testimonio de los mas respetables historiadores coetáneos. Obras maravillosas y elegantes llama S. Isidoro á las construcciones de Wamba en Toledo. Iguales encomios hace S. Eulogio de la basílica de Sta.

Ya el valor de los mártires le conturba y le quita el sosiego, ya la poblacion mozárabe le ocupa y le causa insomnios; la poesía, la música, las artes, los cuentos y relaciones de Zaryab y de sus favoritos no le desenojan; conoce el valor de los buenos cristianos, el prestigio que entre ellos alcanzan los prelados como Saulo, los doctores como Eulogio, pero fia demasiado en la intimidacion que ejercen los malos obispos con sus decretos y él con sus edictos, y desconoce la fecundidad de la sangre derramada.

Entre estos sobresalia Recafredo, metropolitano de la Bética, de triste celebridad por la violencia con que impugnó la santa causa de los martirios voluntarios, suscitando uno de los mas deplorables cismas que afligieron jamás á la iglesia de Córdoba; y por haber oprimido y encarcelado al venerable obispo Saulo y al santo y sabio maestro de mártires Eulogio.

Olalla, ó Eulalia, que refiere S. Eulogio estaba situada en el arrabal Fragelas, estramuros de la ciudad, del cual hoy nadie conserva memoria. Dícese sin embargo que el antiguo templo y monasterio de Sta. Olalla fué dado á S. Pedro Nolasco en 1252 por S. Fernando para que fundase en él el convento de padres mercenarios, los cuales fueron vulgarmente llamados por mucho tiempo los frailes de Sta.

Tenemos un ejemplo de la apurada situacion á que muchos se veian reducidos en estas estraordinarias circunstancias, en el viaje que los hermanos de S. Eulogio, Isidoro y Alvaro, tuvieron que emprender á Alemania con mercaderías de Córdoba, en busca de recursos con que vivir y satisfacer aquellos desmedidos impuestos. Véase la vida de S. Perfecto, presbítero.

Palabra del Dia

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