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Actualizado: 9 de julio de 2025
Y es que este café de la Puerta del Sol representa la eternidad.
Aquel espectáculo tiene una majestad imponente y sublime, que humilla y hace enmudecer en el primer momento, como una de las mas solemnes manifestaciones de la pujanza, la maravillosa eternidad reproductiva y los misterios de la naturaleza, siempre viva, trabajando y progresando aun bajo las formas en que se la cree muerta ó inanimada.
No habiendo sucesion, no habia mas que presente: la eternidad de Dios. Lo demás que imaginamos, es una pura ilusion, combatida por la buena filosofía. 2.º ¿Era posible que al comenzar la existencia de este mundo, hubiese existido otro? Sin duda: para esto bastaba que Dios le hubiese criado, sin criar el actual; bastaba el ser del uno; con el no ser del otro.
No, no... Usted ya no puede ser mi confesor y levantando repentinamente la frente, pálidas las mejillas, los ojos secos y brillantes, donde se pintaba una resolución extrema, siguió: Sé muy bien, padre, que mi vida entera está destinada a llorar... Sé también que después de esta vida me espera quizá una eternidad de tormentos. Pero la desesperación no cuenta los tormentos ni teme nada.
Bien considerado, es la sucesion misma; pues que en concibiendo sucesion, ya concebimos tiempo. Esta exclusion puede fundarse en la esencia de las mismas, ó dimanar de una causa externa. No habia mas duracion que la eternidad. Es el órden entre el ser y el no ser. En no habiendo idea de negacion de ser, si se conciben muchos seres, hay percepcion de coexistencia.
Síguese de esto lo mismo que de la opinion de Almerio, que el alma no subsiste despues de la muerte, sino por su ser ideal en Dios, como ha existido allí desde toda la eternidad. «Pero yo nada encuentro en Platon para creer que su opinion haya sido que los espíritus no conservan su propia substancia.
Por tanto, resolvió darse todo á Dios, al cuidado de su alma y á las cosas de la eternidad, gastando, como más próvido mercader, el resto de su vida en el tráfico de bienes no sujetos á mudanzas y reveses de la fortuna, en lo cual tuvo mejor logro que cuando en el mundo navegaba su prosperidad viento en popa.
Empero, Aquel que vé desde la eternidad las consecuencias de un acto desenvolverse como un hilo en el trascurso de los siglos, Aquel que pesa el valor de un segundo y ha impuesto para sus criaturas como primera ley el progreso y la perfeccion, ¡Aquel, si es justo, pedirá estrecha cuenta á quien debiere rendirla, de los millones de inteligencias oscurecidas y cegadas, de la dignidad humana rebajada en millones de criaturas y del incontable número de tiempo perdido y trabajo malogrado!
Sólo aquél tiende su vuelo por los espacios de la eternidad, logra sus simientes, conoce la verdadera gloria y vence la vanidad, la brevedad y el terreno dolor. Sí, sería religioso y quizás ermitaño. Estaba resuelto. Bajando los párpados, soñó, entre el murmullo creciente de la asamblea, en su futura santidad.
Sólo vería en lo alto a Jesucristo, vivo y terrible, que se adelantaba a juzgarle, y detrás la eternidad, oscura, inmensa, implacable. La noticia de la muerte de Velarde llegó a Madrid al punto, y la condesa de Mazacán fue la primera que se presentó en casa de la Albornoz con la intención dañadísima de darle la triste nueva.
Palabra del Dia
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