Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 21 de julio de 2025


El Besaya, sucesivamente engrosado por numerosos arroyuelos y torrentes, es de un capricho encantador. Unas veces, sumamente estrechado en su curso por las paredes de la rambla, salta y se retuerce sobre un lecho de grandes rocas, precipitándose en cien cascadas eslabonadas y produciendo mil ecos sonoros.

Calderón ha estrechado considerablemente el círculo de los resortes que han de jugar en la comedia; los incomprensibles cambios de la suerte constituyen en las suyas el móvil capital del interés, y en ellas encontramos ciertos tipos que siempre subsisten y se repiten, y que sirven de fundamento á la acción, á las situaciones y á los caracteres de los personajes.

Si hubiéramos estado solos, la hubiera estrechado contra mi corazón; pero nos rodeaban diez personas, y aunque las costumbres del salón autorizan ciertos modales familiares y una amistad íntima, debemos por eso mismo observar una circunspección y una reserva exterior irreprochables.

Notó que estorbaba allí el amo de la casa, pero nada más. Ana afectuosa, lánguida todavía, había estrechado la mano a su confesor, que sin darse cuenta, prolongó cuanto pudo el contacto. Don Víctor los dejó solos a eso de las seis. Le esperaban en el Gobierno civil para una junta de ganaderos. Se trataba de traer sementales del extranjero.

El Vizconde tuvo que irse después por donde había venido, con el contento de que se hubiese reanudado y estrechado tan dulce amistad, y con la melancolía de que fuese ya otra su forma, harto más sutil, depurada y etérea que en lo antiguo.

Si eso es la generalidad, es fácil concebir la altura de los grandes poetas colombianos. No quiero hablar del pasado; pero no puedo resistir al deseo de recordar aquí dos hombres cuya mano he estrechado con respeto y cariño: Rafael Pombo y Diego Fallon.

Mi padre había abierto un pequeño libro con láminas ordinarias para distraerme, y yo, sin separarme de su lado, hojeaba casi maquinalmente sus páginas, y me detenía contemplando los grabados, siempre estrechado por él. Bien, hijito me dijo al fin, vete a recoger, que es tarde ya y yo tengo que hablar con tu tío.

Ella le había estrechado entonces contra su corazón con delirio, con fuerza increíble, como si quisiese incrustarle a él en el pecho todo lo que le amaba o quisiera incrustarse en el suyo propio aquella imagen tan querida; su frente ya arrugada descansaba en su hombro, y sus labios temblorosos le dijeron al oído: ¡Juan, hijo mío!... ¡Que seas buen cristiano y reces a la Virgen de Regla!... ¡Que te acuerdes de tu padre, que murió como un santo!... ¡Te lo digo, hijo, te lo digo; lo , lo , que no puede morir bien quien no vive como cristiano!...

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando