Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 4 de julio de 2025


El común entusiasmo confundíales con los otros señores, grandes comerciantes o funcionarios públicos, que discutían con ellos acaloradamente las cosas del toreo, sin sentirse intimidados por su aspecto de pedigüeños. Todos, al ver al espada, le abrazaban o le estrechaban la mano, con acompañamiento de preguntas y exclamaciones. Juanillo... ¿cómo sigue Carmen? Güena, grasias.

El viento nos silbaba en las orejas, gotas de lluvia nos azotaban el rostro. Las dos mujeres se estrechaban en un abrazo mudo, como si ya no fueran a separarse nunca. Pero, en esto, el viejo, que ha cambiado de idea, llega ruidosamente, y detrás de él los criados, a quienes ha dado el alerta, con lámparas y bujías. Se echa sobre Yolanda y le frota las mejillas con sus mostachos.

Sus fortificaciones, que en un tiempo la estrechaban, han desaparecido casi completamente para abrir campo á nuevos edificios, fábricas, almacenes y jardines, y á los rieles y trenes de los ferrocarriles.

De modo que le estranguló oprimiéndole la garganta contra un tope de la mesana con un cabo de cuerda que flotaba. ¡Crimen inútil! sólo el pensamiento se extinguió en aquel cuerpo, porque los brazos del cadáver estrechaban siempre las rodillas del fratricida, hasta que desaparecieron los dos.

Al seguir una revuelta del río se abrió la superficie de éste ante sus ojos, formando una laguna tranquila y desierta. En último término, donde se estrechaban sus orillas aprisionando y alborotando las aguas, vió los férreos perfiles de varias máquinas elevadoras, así como las techumbres de cinc ó de paja de una población.

El millonario y el caudillo de los pobres se estrechaban tranquilamente la mano después de tantos años de no verse, como si nada hubiese ocurrido. ¡Hola, Salvatierra!... Me han dicho que es usted el maestro de Ferminillo. ¿Cómo va ese discípulo? Ferminillo progresaba rápidamente.

Con estas grandiosas empresas se entretenia el arte musulman en España cuando espiraba el décimo siglo para la cristiandad y con él el entusiasmo artístico en los reyes y pueblos del Occidente. ¿Y qué mucho? La Europa cristiana se hallaba ceñida como por un anillo de hierro y fuego: por el norte los normandos, por mediodia y oriente los mahometanos, la estrechaban con nueva furia.

Al contacto de sus pequeñas manos que estrechaban las mías con fraternal cordialidad la realidad de mis ensueños renació; luego, apoyándose en el brazo de Oliverio y en el mío con la familiaridad propia de una hermana, con igual presión sobre el uno que sobre el otro y derramando sobre ambos, como un verdadero rayo de sol la límpida luz de su mirada directa y franca, como quien siente un poco de cansancio subió las escaleras del salón.

Los más audaces le cogían una mano, se la estrechaban fuertemente y la agitaban en todas direcciones, deseosos de prolongar lo más posible este contacto con el grande hombre nacional, al que habían visto retratado en los papeles públicos. Luego, para hacer partícipes de esta gloria a los compañeros, les invitaban rudamente. ¡Chócale la mano! No se enfada. ¡Si es de lo más simpático!...

Al cabo de cinco minutos, el muchacho estaba sobre las rodillas del solterón y éste observaba que aquellos bracitos temblorosos que le estrechaban como á una postrera esperanza, eran la más sólida de las cadenas.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando