Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 27 de junio de 2025
Entonces era como capullo de rosa: hoy debe de brillar con toda la pompa y el esplendor de la hermosura, en la plenitud de su vida.
En el Mediodía los tonos de la tierra se extinguen por el esplendor preponderante del cielo, por la iluminación universal del aire: ¡pero aquí! ¡qué inmensa variedad de nuances! ¡Oh, hermosa, infinita!... ¡Luego, qué fuerza, qué movilidad! En el Mediodía un tono permanece fijo. La luz inmutable del cielo le mantiene durante muchas horas, y lo mismo un día que otro.
Sentía ese estupor de una persona herida por el rayo, en el esplendor de su existencia, en su honor, en su inocencia; la indignación de una mujer honesta públicamente insultada, el temor vago de una catástrofe desconocida, próxima y terrible.
Cuando, al contrario, el sol desciende hacia occidente, el valle se oscurece y las sombras se extienden. Algunos objetos más elevados se hacen notar aún con sus reflejos de oro entre las nubes de púrpura; pero esas luces mortecinas no brillan en ninguna parte con más esplendor que sobre la superficie del río, que se precipita centelleante y lo envuelve todo en una amplia franja de fuego.
Los vapores del lago, aspirados por el crepúsculo, suspendidos de sus rayos, se balanceaban sobre las aguas como un ligero crespón teñido de rosa, se levantaban poco a poco desde los pies del viajero hasta las más elevadas cimas y desplegaban ante él, sobre el horizonte, un telón inflamado que esparcía sobre todos los objetos el prestigio de su luz; después, más densas y más oscuras ya, nimbaban, en fin, aquel magnífico espectáculo en un dosel de púrpura y de oro cuyo esplendor únicamente palidecía ante los astros de la noche.
Era alta y se mantenía esbelta gracias á una continua batalla con el engrasamiento de la madurez y á los frecuentes ayunos. Se hallaba entre los treinta y los cuarenta años; pero los medios de conservación que proporciona la vida moderna le daban esa tercera juventud que prolonga el esplendor de las mujeres en las grandes ciudades.
Yo la amaba como a mí mismo, más que a mí mismo: la amaba hacía mucho tiempo: para conocer que la amaba necesité verla en el esplendor de su hermosura, en el lujo de su transformación, y entonces comprendí que yo no estaba hastiado sino sediento; que en mí no había muerto nada; que mi vida había pasado entre un marasmo fatigoso producido por el lodo del mundo en que hasta entonces me había revolcado.
Ya no era la pálida y desencajada Magdalena quien decía esas palabras, sino una joven vigorosa, radiante de belleza, cuyos ojos lanzaban rayos de fuego y en cuya frente brillaba el esplendor de la vida.
Puedas volver al seno de tu patria En brazos del esposo que te adora, Y esa prole que el alma te enamora Le dé dias de gloria y esplendor. Mi voto es tal, y el corazon me dice Que si mi patria fuese tu familia, Pasaria su noche de vigilia Y brillaria de esperanza el sol.
Los juegos de la luz fingen en la llanura bosques, campos, ríos y pueblos que no existen: es un país falso y teatral que guarda cierta semejanza con el fondo del cuadro de las Lanzas, de Velázquez; pero cautiva la vista por su esplendor, y dilata el pecho por su inmensidad.
Palabra del Dia
Otros Mirando