Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 21 de junio de 2025
Explicaréme: la historia de vuestro casamiento, mis buenos amigos, es un proceso. Largo habréis de escribir si de todo habéis de dar cuenta, y es grande lástima que la tinta ponga negros unos dedos tan rosados. Dejadlo eso para mí, señora, que todo lo tengo negro, hasta la esperanza, y veníos aquí al amor de la lumbre y escuchadme, que tenemos harto que hablar.
Miró don Juan de una manera franca y valiente á Dorotea. Aquella mirada estuvo á punto de hacer llorar á la joven. ¡Ah, no; vos no podéis engañarme! dijo ésta , ya lo sé, y por eso confío en vos. Escuchadme, señora, y suceda lo que quiera; sabed todo lo que debéis saber: yo no soy sobrino de Francisco Martínez Montiño. ¡Ah! ¿No sois sobrino... del cocinero mayor de su majestad?
Procuro hablaros razonablemente, y vos me contestáis siempre... Bettina, tengo mucha más experiencia que vos... Escuchadme bien... Desde que llegamos a París nos hemos visto lanzadas en un mundo muy animado, muy brillante, aristocrático... Podríais ser ya, si hubierais querido, Marquesa o Princesa... Sí, pero no he querido. ¿Os sería completamente indiferente llamaros madama Reynaud?
¡Sí, sí! exclamaron los demás. ¿Estáis decididos? Pues bien; escuchadme un momento; el hermano de Jerónimo va a tomar el mando. Mi hermano ha muerto interrumpió Jerónimo ; es uno de los que se han quedado en la ladera del Grosmann.
Doña Juana se entró despechada en su dormitorio, se acostó, pero no durmió. A la noche siguiente, en punto de las doce, al entrar el duque de Osuna en la calle, al pararse bajo la reja, sintió abrir la del piso bajo. Caballero, quien quiera que seáis exclamó la duquesa de Gandía, que ella era , escuchadme en nombre de vuestro honor. El duque, sobresaltado, guardó silencio por algunos segundos.
Escuchadme: ¿Habréis notado, verdad, cómo desde el primer día de vuestra llegada a Orsdael os demostré amistad, cómo os protegí contra la crueldad y el odio de la condesa, cómo espiaba vuestros pasos y os seguía para tener la felicidad de encontraros y hablaros? ¿No habéis adivinado, acaso, la causa de este afecto? Creo haberla adivinado, señor.
Está la noche muy obscura dijo la dama cubriéndose de nuevo. ¿Y no tendréis compasión de mí...? Escuchadme y servidme. Os serviré. Desde aquí voy á seguir sola. ¡Sola! Sí. Allí, junto aquella puerta, hay un hombre parado. Es necesario que ese hombre no pueda seguirme. No os seguirá. Evitad matarle, si podéis. Con que le entretengáis un breve espacio estaré en salvo.
Palabra del Dia
Otros Mirando