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Actualizado: 28 de junio de 2025
De persona es esta carta que os alegrará, cuando el duque, por ser vuestro padre y por pensar como pensáis, os entristece. Pero, ¿de quién es? Oledlo, y ver si trasciende á hermosura, y á amor, y á gloria para vos, que, como sois joven, buscáis la gloria en una mujer. ¡De doña Clara! exclamó alentando apenas el joven.
Así el hombre mezclado á la danza De las horas con paso ligero, Mira el rostro radiante ó severo Que entristece ó que llena de amor. Mas veo que mi alma su vuelo levanta! Reclina en mis hombros tu cándida sien, Que el círculo breve que ocupe tu planta Será mi universo, mi mágico Edén.
Eso le demostrará a usted que yo no mentía el día que le aseguré cierta cosa. Le demostrará que no la he olvidado en Madrid. No, Leonora, no olvido. Esta ausencia ha agrandado más mi afecto. Gracias, Rafael dijo la artista con gravedad, como si en ella no fuese ya posible la ironía de otros tiempos. Estoy convencida de ello, y me entristece, pues es inútil.
En la segunda, se lamenta, se entristece, no piensa más que en su mala salud, envidia la suerte de las jóvenes más favorecidas en este concepto y acaba por dar un ejemplo notable de rebelión en el celibato. Sin mi mala salud murmura, hubiera podido casarme... A mi mala salud debo, pues, el tener que vivir sola...
Hase visto que los buscadores de oro comenzaron no queriendo más que oro, oro y siempre oro, y destruyendo al hombre. Colón, á pesar de ser el mejor de todos ellos, en su Diario nos indica lo que acabamos de manifestar con una candidez terrible que, anticipadamente, entristece el ánimo pensando en lo que harán sus sucesores.
¡Cómo está esto! ¿No es verdad que entristece...? Y menos mal para ti, que no has conocido los buenos tiempos, cuando desde el amanecer reinaba aquí un estrépito de dos mil demonios, y abajo, tu abuelo y yo sentíamos temblar el techo al empuje de los telares, mientras arreglábamos cuentas o sacábamos de los armarios las ricas piezas para enseñarlas a los compradores.... ¡Ah, qué tiempos aquéllos...!
Si te has ofendido porque haya paseado con Estévanez... ¿Ofenderme...? No, querido, no; el espectáculo de la miseria humana no ofende; entristece solamente.
El corazón se entristece, nos quejamos; mas, sin ese sombrío cortinaje, ¿podrían resistir nuestras cabezas los ardores solares del Atlántico? Sin el diluvio de agua que asalta la otra cara del globo, el mar Indico y el mar de Coral, ¿sería posible resistir la fermentación producida por los cráteres de sus encanecidos volcanes?
Cuando tras tanto penar llegas, cubierto de gloria, á gozar de la victoria al amor de nuestro hogar, dime: ¿Qué negro pesar turba, hermano, tu alegría? ¿Qué negra melancolía te entristece á nuestro lado? ¡Ay, Julián! ¡Que me ha olvidado la mujer que yo quería!
Cuando tomo un libro, obligándome a mí misma a leer, ocurre que al poco rato ni sé lo que estoy leyendo. Comencé una novela que, según dice Zoraida, es interesantísima. No he podido pasar del segundo capítulo. Han dejado de interesarme, ahora, los dramas puramente imaginados y la hermosura del estilo me entristece, no sé porqué.
Palabra del Dia
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