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Actualizado: 15 de julio de 2025
Papitos se puso a picar la escarola, sin dejar de hacer visajes. «Y yo le diré replicó , yo le diré lo que hace... el muy trapisondista...». Maximiliano se estremeció. «Tonta, ¿qué es lo que yo hago?...» dijo sorteando su turbación. Encerrarse en su cuarto, ¡ay olé! ¡ay olé!... para que nadie le vea; pero yo le he visto por el agujero de la llave... ¡ay olé! ¡ay olé!... ¿Qué?
Estas detenciones ocasionaron no pocos males, particularmente en las provincias de Chichas y Lipes, que se sublevaron despues de aquel suceso, porque conocieron la superioridad que tenian, y les manifestaba semejante conducta, y que no eran muy temibles el Comandante y armas que se hallaban en la ciudad de la Plata, cuando aun despues de vencedoras se contentaban con volver á encerrarse en los términos de su recinto, sin pensar al remedio de las calamidades agenas: á que contribuyó tambien el haber seguido el mismo sistema la imperial villa de Potosí, que creyó llenaba so obligacion con poner á cubierto sus preciosas minas.
No se le hacía cuesta arriba la disciplina en el terreno espiritual; pero en el material sí, por lo cual no pensó nunca en afiliarse a ninguna de las órdenes religiosas más o menos severas que hay en el orbe católico. No se reconocía con bastante paciencia para encerrarse y estar todo el santo día bostezando el gori gori, ni para ser soldado en los valientes escuadrones de Hermanas de la Caridad.
Anonadado por la terrible fatalidad, llevose la mano a la frente y, sin poder articular una sola palabra, una sola exclamación, saludó a don Alonso y volvió a encerrarse en su aposento. De ordinario, cuando la reunión comenzaba, hacía ya varias horas que don Alonso Blázquez se hallaba instalado en su sillón predilecto, frente a don Íñigo, platicando sin tregua.
Hizo Poldy algunos cariños a la cigüeña a fin de mostrar su gratitud, y hasta hay quien dice que besó su cabeza en albricias del buen recado. Luego Poldy se fue corriendo al castillo para encerrarse en su cuarto, cortar el precinto con tijeras y ver lo que el rollo contenía. Había en el rollo varios objetos que Poldy fue sucesivamente examinando.
Cuando llegó a casa corrió a encerrarse en su habitación y dió salida al furor que la embargaba. Lloró, pateó, desgarró sus vestidos, rompió una porción de cachivaches. Osorio también montó en cólera y dijo que iba a hacer y acontecer.
Y reservó, por último, buena porción de su caudal para entregarla a la Superiora del convento de Santa Clara en Córdoba, antigua fundación del rey D. Alonso el Sabio y de su mujer la reina doña Violante, hija de D. Jaime de Aragón, el que ganó a los moros la ciudad de Valencia. En aquel convento había determinado doña Mencía encerrarse para siempre y acabar su vida.
Susana, contrariadísima, porque no gustaba de fiestas, había consentido en acompañar a su madre, de real orden, como ella decía riendo. No, hija mía había dicho misia Gregoria, es preciso que empieces a ir a sociedad, que te vean, que te admiren; esto de encerrarse en casa se queda para las feas.
¿Por qué no he de publicar un periódico también? he dicho efectivamente para mí. En todos los países cultos y despreocupados, la literatura entera, con todos sus ramos y sus diferentes géneros, ha venido a clasificarse, a encerrarse modestamente en las columnas de los periódicos. No se publican ya infolios corpulentos de tiempo en tiempo.
El efecto de mi presencia se notó desde luego en la guarnición de Zenda, cuyos oficiales y soldados desaparecieron de la población y sus cercanías para encerrarse en el castillo, donde reinaba la más perfecta vigilancia, como pudieron observarlo mis amigos en sus exploraciones. No veía medio practicable de socorrer al Rey y a la señora de Maubán. El Duque me retaba sin disimulo.
Palabra del Dia
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