Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 15 de junio de 2025
Nada menos que la figura odiosa, espantable, bárbara del paisano Barragán. En cualquier paraje de la tierra el rostro de este hombre era muy apto para producir una impresión de espanto. En medio de un bosque solitario no hay para qué encarecer lo que haría. Elena no había podido acostumbrarse a mirarle y cuando necesitaba dirigirle la palabra lo hacía bajando los ojos o volviendo la cabeza.
Que lugar tiene para fundar zelos, encarecer desesperaciones, consolarse con esperanças y pintar los demas afectos y accidentes, sin los cuales el amor no es de ninguna estima? Ni como se podra preciar un amante de firme y leal, si no passan algunos dias, meses y aun años, en que le haga prueva de su constancia?
Envianse Embajadores á Sicilia, y sale Berenguer con su armada, gana la Ciudad de Recrea y vence en tierra á Calo Juan hijo de Andronico. Luego que se supo en Galípoli la muerte de sus Embajadores, que no se puede con palabras encarecer lo que alteró los ánimos, y encendió los corazones á la venganza, el verse maltratar tan inhumanamente de los que debieran ser amparados y defendidos.
Salido el sol, descubrieron la grandeza de la victoria, grande silencia en todas aquellas campañas, teñida la tierra en sangre, por todas partes montones de hombre y caballos muertos, que afirma Montaner, que llegaron á número de seis mil caballos, y doce mil infantes, y que aquel dia se hicieron tantos y tan señalados hechos en armas, que apenas se pudieran ver mayores; y con encarecer esto no refiere alguno en particular, con grande injuria y agravio de nuestros tiempos, pues tales hazañas merecieran perpetua memoria.
-Digo, señor don Quijote -dijo la duquesa-, que en todo cuanto vuestra merced dice va con pie de plomo, y, como suele decirse, con la sonda en la mano; y que yo desde aquí adelante creeré y haré creer a todos los de mi casa, y aun al duque mi señor, si fuere menester, que hay Dulcinea en el Toboso, y que vive hoy día, y es hermosa, y principalmente nacida y merecedora que un tal caballero como es el señor don Quijote la sirva; que es lo más que puedo ni sé encarecer.
Con el Embajador Zúñiga y con el Condestable de Castilla, contaba á ciencia cierta que habían de encarecer el valor de su intervención en el tratado de paces, porque se le acordara siquiera domiciliarse en Flandes al lado del segundo; por el lado del Embajador de Inglaterra, Tomás Parry, se había provisto de cartas para Cecil. Completamente equivocado el Sr.
Lo que puedo hacer, y haré, es conducirte pronto al redil, donde irás dócil y estarás segura. No acierto a encarecer, ni tú acertarás a figurarte cuan inmenso será mí sacrificio al separarme de ti, porque eres mi consuelo y mí encanto. Pero Dios quiere que nos separemos y tendré que conformarme con su voluntad.
Ultimamente, espero que cuando llegue á manos de mis amigos de Filipinas este pequeño tributo de mi gratitud, que les dedico, vean únicamente en él mis votos dirijidos por la felicidad de aquellas provincias, y que en todo cuanto de ellas pueda escribir, no hay mas ambicion que al paso de dar una idea de su importancia y mérito, promover las útiles reformas que demandan la conservacion de su tranquilidad, el alivio de sus gravámenes, y mejorar su estado y condicion, proporcionando por tan honrosos medios la prosperidad de todos sus habitantes, cual la apetece para todos mas de lo que puede encarecer
Y es de notar que el lenguaje comun por sí solo, es en este punto como en muchos otros, admirablemente propio y exacto; nadie dice, el papel es la blancura, sino el papel es blanco; solo cuando se quiere encarecer mucho la perfeccion con que un sujeto posee una calidad, se la expresa en abstracto, uniéndole el pronombre mismo: así se dice hiperbólicamente: es la misma belleza, es la misma blancura, es la misma bondad.
Observé que le gustaba el razonamiento a Tanasia, aun en la hipótesis de dar por difunto a Pepazos, y esto me animó a distinguir y encarecer las valentías de Chisco entre las de todos los valientes que le acompañaban, lo cual fue menos del agrado del Topero que del de su hija, señal bien evidente de que el Tarumbo no estaba mal informado acerca de este delicado particular.
Palabra del Dia
Otros Mirando