Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 14 de mayo de 2025
Será rico, será buen mozo, será conde, será todo lo que el general quiera, aunque yo sospecho, no sé por qué, que ha de ser un señorito andaluz, nacido y criado en un poblachón, ceceando mucho, echándola de gracioso, y más a propósito para brillar en las ferias, vestido de majo, y cautivar el corazón de las gitanas y de las chulas, que para mostrarse como conviene en los salones elegantes, inspirar amor verdadero y profundo a una señorita bien educada y hacerla luego dichosa.
Aun cuando el criterio moral no hubiera de descender más abajo del utilitarismo probo y mesurado de Franklin, el término forzoso que ya señaló la sagaz observación de Tocqueville de una sociedad educada en semejante limitación del deber, sería, no por cierto una de esas decadencias soberbias y magníficas que dan la medida de la satánica hermosura del mal en la disolución de los imperios, pero sí una suerte de materialismo pálido y mediocre, y en último resultado, el sueño de una enervación sin brillo, por la silenciosa descomposición de todos los resortes de la vida moral Allí donde el precepto tiende a poner las altas manifestaciones de la abnegación y la virtud fuera del dominio de lo obligatorio, la realidad hará retroceder indefinidamente el límite de la obligación.
Se trataba de un castigo necesario al orgullo que la niña empezaba a mostrar con los criados. No duraría mucho. Sin embargo, necesitaba vencer a todas horas la voluntad de Quiñones, que se oponía a que fuese educada con tanto mimo.
Al contrario, la juzgaba desenvuelta, provocativa y educada en plena libertad por una madre ordinaria e ignorante, de la clase más baja de la sociedad y antigua pecadora más o menos arrepentida.
Era esta joya una niña que acababa de cumplir quince años cuando murió el marqués. Había sido educada por un aya inglesa que había sido menester despedir por falta de dinero antes de venir a Villafría; pero ya la niña hablaba inglés y francés con perfección y estaba muy instruida.
En el colegio, y aún después, Ramona, educada católicamente, hubo de tener confesores, hubo de tratar con sacerdotes. ¿Cómo no halló uno menos indiferente y frío de entrañas, menos despegado y duro para ella que el padre Zubulzu?
He descubierto que Elena, la inocente, la cándida, no es más que una mentirosilla muy inconsecuente, y que sus grandes ojos de tan recta y pura mirada y su puro perfil de inmaculada virgen, son una excelente máscara para ocultar las intrigas de una muchacha mal educada.
Sentiré expresarme con impropiedad, aunque espero de tu buena fe que no me armes disputa sobre las palabras, si entiendes la idea y la sana intención con que la expreso. Tal vez está educada Clara con rigidez que raya en extremos peligrosos. Temiendo tú que un día pueda caer, le has exagerado los tropiezos.
Usted bien lo sabe, pero no quiere decirlo. ¿No es verdad que una niña bien educada no haría lo que yo hice esta noche?... ¡Si lo supiesen mis primas, que están deseando siempre cogerme en alguna falta!... Pero no piense V..., por Dios, que lo he hecho con mala intención... Yo soy muy aturdida... todo el mundo lo dice... pero también dicen que tengo buen fondo.
Aresti veía en su sobrina la niña rica de las familias de su tierra; educada primero por las monjas y dirigida después por el confesor hasta en los hechos más pequeños de su existencia; con la voluntad adormecida, y considerando como un pecado, el más leve intento de iniciativa propia.
Palabra del Dia
Otros Mirando