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Actualizado: 21 de junio de 2025
Pero no faltará quien diga que el rei Fernando V no redujo su prudencia al aumento de los estados i dominios, sino que les dió la felicidad i la cultura.
D. Cristóbal Mateo, a quien apodaban de este modo en el pueblo, era un antiguo empleado que había servido muchos años en Filipinas, y que estaba jubilado hacía ya algunos, con treinta mil reales. Tenía porte militar, una figura realmente marcial con sus bigotazos blancos, ojos saltones, cejas espesas y velludas manos. Sin embargo, en todos los dominios españoles no existía hombre más civil.
D. Fernando VII, integridad de estos sus dominios, y completa obediencia al supremo gobierno nacional que lo represente durante su cautividad: pues que, como V. E. sabe bien, es la monarquía una é indivisible, y por lo tanto debe obrarse con arreglo á nuestras leyes, y en su caso, con conocimiento ó acuerdo de todas las partes que la constituyen, aun en la hipótesis arbitraria de que la España se hubiese perdido enteramente, y faltase en ella el gobierno supremo representativo de nuestro legítimo Soberano.
En las Córtes que se celebraron en Valladolid por enero de 1518, se decretó que si en algun tiempo la reina Doña Juana se hallaba en disposicion de mandar los vastos dominios de España, cesase de su gobernacion el Católico rey D. Fernando; y que Doña Juana fuese la soberana absoluta. De las disensiones que habia en España, y muerte de Doña Juana.
Si aquellos guerreros, después de largas luchas con los montañeses, lograron vencerlos en sus guaridas, y llevaron hasta las nevadas crestas los linderos de sus dominios, tuvieron que sufrir luego el ataque de otro invasor, y la frontera que habían dado á sus posesiones se pierde en la inmensa extensión de un imperio poderoso.
La inundación había empezado á invadir sus dominios, rompiendo las compuertas de acero. ¡A los botes!... ¡Al agua los botes! El capitán repitió sus gritos de mando, ansioso de ver embarcada la tripulación, sin pensar por un momento en la propia seguridad. No se le ocurrió que su suerte pudiera ser distinta á la de su buque.
Víctima ya de la suspicacia, y tal vez de la envidia del Rey, se retiraba harto desengañado a sus dominios de Loja, después de haber visto arrasada la fortaleza de Montilla, que fue su cuna, y castigados con dureza no pocos de sus parientes y amigos.
Venga usted, señora... Hágame caso, hija mía. Al llegar á la cubierta, la fué guiando hacia sus dominios. Freya se sentó en la cocina, sin saber con certeza dónde estaba. Vió á través de sus lágrimas á este viejo obeso, de una bondad sacerdotal, yendo de un lado á otro para reunir botellas y mezclar líquidos, agitando una cuchara en un vaso con alegre retintín.
El rei Flavio Recesvinto tambien quiso poner la mano en el remedio de los males que por los judíos ocultos con las apariencias de cristianos continuamente i á la sorda, se recibian en las tierras de sus dominios; pero en esta empresa no quiso caminar por nueva senda, sino seguir las pisadas de sus predecesores.
Era preciso para ir a Loiro internarse bastante en la montaña, y seguir una senda llena de despeñaderos y precipicios, que sólo se hacía practicable al acercarse a los dominios del arciprestazgo, vastos y ricos algún día, hoy casi anulados por la desamortización.
Palabra del Dia
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