Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 2 de mayo de 2025
Larga y penosa dijo Miguel de Zuheros va a ser nuestra navegación hasta llegar a las regiones del extremo Oriente. Enorme es el rodeo que tenemos que dar, bajando hasta el Cabo de las Tormentas, hoy de Buena Esperanza, que Bartolomé Díaz dobló por vez primera.
Ella dobló la cabeza sobre el hombro del amante, pegose a él, cuerpo con cuerpo, y en voz muy queda, como se dicen las grandes cosas de la vida, repuso: ¿No me dejarás nunca? Entonces nadie sabrá jamás si fue sincero arranque o astucia premeditada volvió a mirarla fijamente, y presentándole la mano derecha, preguntó con increíble valor: ¿Quieres ser mi mujer?
Un movimiento se produjo en la espesura como si los que la ocupaban se dispersasen en todas direcciones. Los soldados entonces empezaron á avanzar, libres de toda resistencia. Otro hombre apareció sobre una peña blandiendo una lanza; los soldados dispararon, y el hombre se dobló poco á poco, se agarró á una rama; otro disparo, y cayó de bruces sobre la roca.
La bajó entre su brazos, ayudada en tan cariñoso obsequio por el Sultán su hijo, que para ello se derribó gallardamente del caballo Ebn-Nur, quien dobló al efecto tan gentil como humildemente sus rodillas.
Y clavé mi aguja con tanta rabia, que la quebré. En ese momento, oímos el ruido de un carruaje que llegaba al castillo. Mi tío dobló su diario, Juno aplicó el oído diciendo: ¡Tenemos visitas! Y algunos segundos después eran introducidos en la sala, el amigo de mi tío y su agregado de embajada. No sé porqué tal título estaba unido en mi mente a la vejez y a la calvicie.
6 Y fue el número de los que lamieron las aguas, llegándola con la mano a la boca, trescientos varones; y todo el resto del pueblo se dobló sobre sus rodillas para beber las aguas. 7 Entonces el SE
Se arrojó al suelo delante del cofre, introdujo el instrumento con una violencia insensata, entre la tapa y la cerradura, se apoyó con tal fuerza contra las tenazas, que las dobló, como si fueran de plomo. Sudaba copiosamente; jadeaba como si un gran peso le oprimiera el pecho; su corazón latía con furia. Nada, todo era inútil.
Se cruzó con el hombre «fúnebre y misterioso», su vecino de camarote, vestido de luto como siempre y con el rostro cuidadosamente afeitado. Apenas dobló su digna tiesura con una ligera inclinación de cabeza. Luego envolvió a Maltrana en una ojeada fugaz de sus pupilas azules y duras, y siguió adelante, contestando con voz seca: «Bonjour, monsieur».
Dádmela vos por traslado, que otras más graves reales órdenes se han dado sin que lo sepa su majestad. El duque, dominado por Quevedo y por la situación, se sentó en la mesa, escribió, firmó, leyó lo que había escrito á Quevedo y luego dobló el papel, le puso un sobre y le selló y le sobrescribió. Beso á vuecencia las manos y le doy las gracias dijo Quevedo tomando el pliego.
-Prosigue, Sancho amigo, y no desmayes -le dijo don Quijote-, que yo doblo la parada del precio. -Dese modo -dijo Sancho-, ¡a la mano de Dios, y lluevan azotes! Pero el socarrón dejó de dárselos en las espaldas, y daba en los árboles, con unos suspiros de cuando en cuando, que parecía que con cada uno dellos se le arrancaba el alma.
Palabra del Dia
Otros Mirando