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Actualizado: 25 de mayo de 2025


Así, pues, y repito que yo estoy fantaseando una utopía, si de mi dependiera, yo elegiría á una dama discreta é ilustrada para presidenta del teatro normal ó modelo.

Discurrió entonces escribir a Pepita una carta muy afectuosa y discreta, excusándose de ir, justificando su conducta, consolándola, manifestando sus tiernos sentimientos por ella, si bien haciendo ver que la obligación y el cielo eran antes que todo, y procurando dar ánimo a Pepita para que hiciese el mismo sacrificio que él hacía. Cuatro o cinco veces se puso a escribir esta carta.

No se le caían de la mente aquellos diálogos ingeniosos donde la respuesta, siempre oportuna, parecía meditada con espacio y no fruto de la improvisación, ni los rasgos delicados donde se mostraba de golpe y en cualquier menudencia la elevación y nobleza de un alma, ni la galantería voluptuosa y discreta, ni el estilo insinuante y perfumado que caracterizan á tales obras.

Ana saludaba a diestro y siniestro, hablaba con muchos amigos, pero no pensaba más que en aquella confesión de don Álvaro. «De que era verosímil respondía el efecto que su presencia, la de Ana, había producido aquella noche en el Casino.... Ahora, ahora mismo, mientras se paseaba, llegaba a sus oídos el rumor dulce, más dulce que todos los rumores, de la alabanza contenida, de la admiración estupefacta... de la galantería sincera y discreta.... ¿Por qué don Álvaro no había de estar tan enamorado como la historia de Visita daba a entender?».

- me harás desesperar, Sancho -dijo don Quijote-. Ven acá, hereje: ¿no te he dicho mil veces que en todos los días de mi vida no he visto a la sin par Dulcinea, ni jamás atravesé los umbrales de su palacio, y que sólo estoy enamorado de oídas y de la gran fama que tiene de hermosa y discreta? -Ahora lo oigo -respondió Sancho-; y digo que, pues vuestra merced no la ha visto, ni yo tampoco...

Detalles más o menos, he ahí el proceso que lleva al brillo social a una familia que vivió siempre en una discreta penumbra. En breve tiempo su nombre, repetido por los diversos conceptos ya señalados, viene a formar parte de nuestra indefinida aristocracia, de nuestro gran mundo.

¡Jesús, qué carta! exclamó doña Paula con los ojos clavados en su hijo. ¿Qué tiene? preguntó el Magistral, volviendo la espalda. ¿Te parece bien ese modo de escribir al confesor? Parece cosa de doña Obdulia. ¿No dices que la Regenta es tan discreta? Esa carta es de una tonta o de una loca. No es loca ni tonta, madre. Es que no sabe de estas cosas todavía.... Me escribe como a un amigo cualquiera.

Las amigas, en el balcón; Concha, la hermana, coqueteando con Roberto; y ellos dentro, buscando la soledad y la discreta penumbra.... ¡Dios mío! ¡Qué cosas le diría aquel bruto de las dos estrellas, para tenerla tan embobada lejos del balcón, a pesar de la música y de lo animada que estaba la plaza...!

Y no podía concebirse gente más cómoda y discreta. El único que fastidiaba un poco, a veces bastante, era el franchute.

Era el primer momento de tranquilidad y alegría que había tenido el joven en algunos días. El antiguo hotel con sus habitaciones grandes, de alto techo; sus corredores en discreta penumbra y su calma conventual, le parecía un lugar de delicias, un ameno retiro en el que se consideraba libre ya de las murmuraciones y luchas que le habían oprimido como un círculo infernal.

Palabra del Dia

bagani

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