Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 17 de julio de 2025


Oíale la gente con silencio y atención, y aún con aplauso y placer, principalmente cuando refirió la creación del mundo, y la caída de los ángeles prevaricadores, á quienes habían sido muy devotos y fieles.

No hay huerto de naranjos decía en los momentos de expansión , no hay arrozal que lo que da esta finca. Aquí no hay heladas, ni vendaval, ni inundaciones. La clientela era segura; gentes de Iglesia, que llevaban tras de ellas á los devotos, por considerar á don Esteban como de su clase, y labradores, muchos labradores ricos.

Además se llevaron otros objetos preciosos de la capilla y cinco lámparas de plata. El obispo Bonilla cedió á la santa imágen otro pectoral de esmeraldas que casualmente tenia, y otros devotos le ofrecieron dos lámparas de plata.

Adiós, holgazanes que en un siglo habéis cansado a la historia. Adiós, mendigos, aventureros, devotos, que vestís con harapos el cuerpo y con púrpura y oro la fantasía. Vosotros habéis dado al mundo más poesía y más ideas que Inglaterra clavos, calderos, medias de lana y gorros de algodón.

En todas partes recibía nuestra virtuosa heroína testimonios inexcusables del gran aprecio con que era mirada, pero muy particularmente en la sociedad de devotos y beatas, donde se la consideraba como un faro luminoso que había de reportar ventajas a la religión.

A veces se inclina Goethe por esta senda a un neo-platonismo flamante y a un paganismo espiritualizado; a veces vuelve con ansia de fe a la doctrina de Cristo y lee fervorosamente los Evangelios y los libros devotos.

Claro está que doña Inés, que era mística muy elevada en sus pensamientos y un tanto cuanto asceta, aunque más en lo especulativo que en lo práctico, hacía que Juanita le leyese vidas de santos y libros devotos y morales como Monte Calvario, Gracias de la gracia, Gritos del infierno, Espejo de religiosos, Casos raros de vicios y virtudes y Estragos de la lujuria.

Era entonces cuando buscaba enardecida los libros devotos para aplacar en los manantiales de su doctrina la sed y la fatiga del corazón. En aquel libro de tapas azules y letras de oro que Salvador le enviara en secreto, con una carta insinuante y tierna, había leído Carmen con emoción: «No traigas yugo con los impíos, porque ¿qué comunicación tiene la justicia con la injusticia?

Lope de Vega ha recordado en los últimos párrafos de El Peregrino en su Patria a los viejos actores que le ayudaron a crear la comedia; y si no a todos, a los más devotos de su genio: "Las ocho primeras noches hubo ocho comedias, que saldrán impresas en otra parte, por no haber aquí mayor volumen.

Todos los devotos enviaban sus joyas para que las luciese en el paseo la Santísima Macarena. Las mujeres exhibían las manos limpias de adornos en esta noche de religioso dolor, contentas de que la madre de Dios ostentase unas joyas que eran su orgullo. El público las conocía, por verlas todos los años, y llevaba la cuenta, señalando las novedades.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando