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Actualizado: 14 de mayo de 2025
Aquí tiene Vd. demostrado hasta la evidencia la importancia de la forma métrica, y la influencia que ella ha ejercido y ejerce en el desenvolvimiento del entendimiento humano. No estrañe que entre en estos detalles minuciosos sobre la cadencia poética en sus relaciones con la música y con la naturaleza humana, desde que ellos me sirven tan eficazmente al objeto que me he propuesto en esta carta.
Cuando el actor de los casos fingidos es el mismo Cristo Hijo de Dios, el peligro se ve más claro. ¿Para qué atribuir al Salvador acciones que no constan en ningún documento fehaciente? ¿Cómo podrá ningún hombre figurarse ni representarse con exactitud el desenvolvimiento y el crecer de un alma y de un cuerpo humanos, estrechamente unidos con el mismo Dios en la persona del Verbo?
Caprichosas, dominantes, ocupando en la sociedad aquel puesto de la Argentina que asombraba al escritor brasileño Quintino Bocayuva y le hacía atribuir, en gran parte, nuestro desenvolvimiento. ¿Y la historia?
Todo esto sin hablar de la mala salud del ministro, que no se prestaba ciertamente á soportar los trabajos y privaciones de la vida de los bosques, cuando sus dones naturales, su cultura y el desenvolvimiento de todas sus facultades le adaptaban para vivir tan sólo en medio de pueblos de adelantada civilización.
Entonces nuestros alardes de fuerza serán tenidos por espasmos de un sistema nervioso debilitado, se dirá que nos placíamos en las pinturas de las enfermedades físicas y morales porque estábamos enfermos de alma y de cuerpo, que nos sentíamos atraídos hacia lo deforme y monstruoso porque deforme era nuestro desenvolvimiento, y amábamos la paradoja porque nuestro ser era paradójico.
El romanticismo, el eclecticismo, el socialismo, todos aquellos diversos sistemas de ideas tenían acalorados adeptos, y el estudio de las teorías sociales se hacía a la sombra del despotismo más hostil a todo desenvolvimiento de ideas.
Los pueblos que hay sobre el río, aun los más importantes: Mompox, famoso en la vida colonial, como en las luchas de la independencia; Magangé, cuyas célebres ferias extienden su fama a lo lejos, están estacionarios eternamente, mientras el río carcome la tierra sobre que se apoyan. ¿Qué vale esa feracidad maravillosa, si el clima no permite el desenvolvimiento de la raza humana que debe explotarla?
El concepto de la glorificación del Creador por el engrandecimiento intelectual, moral y material de sus criaturas, fruto superior de la razón moderna, formada lenta y subrepticiamente por la filosofía moderna, sobre los restos del pensamiento griego salvado por los árabes del vandalismo cristiano de los primeros siglos de fe, este principio esencialmente afirmativo y constructivo, concorde con la ley de evolución, por el que el hombre marcha paralelo con las fuerzas de la naturaleza y fortalecido por ellas, como diría Emerson, tan diametralmente opuesto al principio esencialmente negativo e inactivo de la teología cristiana que se propone, como el paganismo, contrarrestar las energías de la naturaleza con la magia religiosa, esta dignificante y operante concepción de la vida, levadura del liberalismo y alma de la civilización moderna, fue adoptada y apadrinada desde su nacimiento por la franc-masonería, que se reconstituyó para propender al desenvolvimiento de la verdad, la justicia y la fraternidad, sobre los Derechos del Hombre, al fin proclamados netamente en la declaración de la independencia americana, y sobre las ruinas de la Bastilla, en el último tercio del siglo XVIII.
En presencia de las hermosas fuentes de nuestro clima, cuya agua nos apaga la sed y nos enriquece, se nos ocurre preguntar cuál de los agentes naturales de la civilización ha hecho más para ayudar á la humanidad en su lento desenvolvimiento. ¿Es acaso el mar con sus aguas pobladas de vidas, con sus playas, que fueron los primeros caminos empleados por el hombre, y su superficie infinita excitando en el bárbaro el deseo de recorrerla de una á otra orilla? ¿Es acaso el monte con sus altas cimas, que son la belleza de la tierra, sus profundos valles, donde los pueblos hallan abrigo, su atmósfera pura, que da á los que la respiran una alma fuerte? ¿O será tal vez la humilde fuente, hija del mar y de los montes?
Toda educación racional, todo perfecto cultivo de nuestra naturaleza, tomarán por punto de partida la posibilidad de estimular en cada uno de nosotros la doble actividad que simboliza Cleanto. Una vez más: el principio fundamental de vuestro desenvolvimiento, vuestro lema en la vida, deben ser mantener la integridad de vuestra condición humana.
Palabra del Dia
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