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Actualizado: 20 de julio de 2025


En realidad, encontrábase todavía bajo la influencia de la impresión primera, que era para los dos la de un inmenso alivio, porque Beatriz no tenía ya sobre su pecho aquella pesadumbre de verse acusada y condenada por el hombre que era para ella todo en el mundo, y Pierrepont, por su parte, a quien el aparente desdén de Beatriz había tan profundamente lastimado en su sensibilidad, y, justo es decirlo, también en su orgullo, no sentía tampoco sus heridas desde el momento que se sabía amado.

«Esto es espectáculo para el pueblo dijo con desdén . Vámonos de aquí. Aunque enamorado indicó Miquis al salir , estoy muerto de hambre. Lo divino no quita lo humano. Amémonos y almorcemos». También Isidora estaba desfallecida.

Yo no cómo piensan en esto mis cólegas objetó Simón, afectando desdén hacia las palabras del propietario ; pero cómo pienso yo, y por eso he dicho lo que dije; y ahora añado que siempre somos la carne de pescuezo en este pueblo, los pobres artistas; que lo bueno, lo cómodo y lo de lustre, allá se lo reparten los manates.

No os ocultaré cuánto me disgusta dejaros de obedecer en esto, por lo mismo que cuánto riesgo corremos de naufragar en nuestras esperanzas. El desdén con que los castellanos comienzan a mirar a los de la nación mía, y principalmente vosotros los hidalgos, cosa es tan dura, que hace temblar de rabia al menor de los vencidos, y de noble furor a la familia de los reyes.

Pase v. gr. que en El desdén con el desden no salgan los actores vestidos con trajes de la Edad Media, de cuando había soberanos independientes en Provenza y en Cataluña, sino que salgan vestidos anacrónicamente con trajes del siglo XVI ó del siglo XVII.

La perla de la mora Una mora de Trípoli tenía Una perla rosada, una gran perla: Y la echó con desdén al mar un día: «¡Siempre la misma! ¡ya me cansa verlaPocos años después, junto a la roca De Trípoli... ¡la gente llora al verla! Así le dice al mar la mora loca: «¡Oh mar! ¡oh mar! ¡devuélveme mi perla!» P/ Las ruinas indias.

Soledad, de mala gana, dió algunos pasos hacia él. ¿Qué arrechucho es el que te ha cogido, niña? preguntóle riendo. Soledad alzó los hombros con desdén y profirió gravemente: Hágame usted el favor de decirme lo que se le ofrece, que tengo prisa.

Y ahora que recuerdo añadió con desdén el rapista, no me ha pagado usted las sanguijuelas que llevó para esa señora de la cal é de la Gorguera, hermana del tambor mayor de la Guardia Real. ¿También me llama usted estafador?

Según él, todo español que va á América podrá conseguir cuanto desee, menos una cosa: tener hijos españoles. Si fuese verdadera la afirmación, que por dicha no lo es, toda la malquerencia, todo el odio y todo el desdén que supone el Sr. Merchán que los españoles peninsulares tenemos á los españoles criollos, estarían, hasta cierto punto, fundados.

Del espíritu del cristianismo nace, efectivamente, el sentimiento de igualdad, viciado por cierto ascético menosprecio de la selección espiritual y la cultura. De la herencia de las civilizaciones clásicas nacen el sentido del orden, de la jerarquía y el respeto religioso del genio, viciados por cierto aristocrático desdén de los humildes y los débiles.

Palabra del Dia

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