Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 1 de mayo de 2025
Esas obligaciones, caso de haberlas, me toca reconocerlas a mí. Yo le hubiese escrito.... Tu carta objetó con sencillez Lucía no le hubiera servido de consuelo, la mía sí; y como no era cuestión de hacer cumplidos, sino de....
Gracias por el interés que nos demuestra... Mas es para mí un dolor que usted se marche... Me había acostumbrado ya a sus buenas visitas, y no puedo imaginarme que sea ésta la última... Siéntese aquí, muy cerquita... Hablaba con tono tan afectuoso, filial casi, que fue dando a Francisco mayor aplomo para abordar la delicadísima cuestión de que quería hablarle.
Por la calle del Arenal encontró a Joaquinito Pez, el cual, muy gozoso, le dijo: «Hemos tenido parte, mañana llegan». Oír esto Rosalía, y ver el cielo abierto, la cerrazón de su alma despejada, la cuestión del día 9 resuelta, y el mundo mejorado, y la humanidad redimida de sus añejos dolores, fue todo uno.
Mientras duró la conferencia con el padre, no le quitaba la vista de encima, y ella bajaba la suya, se ruborizaba, y para disimular su turbación, jugaba con el abanico con un aire infantil que enloquecía. Quedaron con el padre en que al día siguiente le llevaría los antecedentes de la cuestión que quería entablar, que era intrincadísima.
[127.] Aquí haré notar cuán profundo filósofo se muestra Santo Tomás al explicar el modo con que Dios conoce las criaturas. En la Suma teológica cuestion 14, artículo 5, pregunta si Dios conoce las cosas distintas de sí mismo (alia
A lo cual todavía puede añadirse que, formulada en esos términos la cuestión, envuelve una verdadera logomaquia, a lo menos para las gentes, todavía muy numerosas, que creemos en alguna metafísica, y afirmamos la existencia de algo superior a lo fenomenal, relativo y transitorio.
El Santo Doctor descubria aquí una cuestion profunda: y como todos los grandes ingenios cuando se hallan á la vista de un abismo insondable, sentia un vivo deseo de conocer lo que se ocultaba en aquellas profundidades. Lleno de un santo entusiasmo se dirigia á Dios pidiéndole la explicacion del misterio. «Exarsit animus meus nosse istud implicatissimum enigma.
El señor Orgaz se atrevió a murmurar: Hombre, eso de exigir... Sí, señor; exigir. ¡Y hago la cuestión personal! Pero ¿qué es lo que usted exige? preguntó el muchacho agotando su valor en este rasgo de energía. Exijo lo que tengo derecho a exigir, eso es; y repito que hago la cuestión personal. ¿Pero qué cuestión? ¡Esa! Joaquinito volvió a encogerse de hombros, pálido como un muerto.
Curioso es ver al autor del libro en cuestión, aproximarse paulatinamente hacia este último punto de vista por una pendiente invencible. Mas, esto no basta. En ciertos casos añade tal ó cual atracción molecular ó acción magnética. Tampoco es bastante esto.
La de Brenay está tratando de pescar en sus redes a este incomparable capitalista, mientras la ingeniosa madre de Paulina ha descubierto en Martimprey, el pueblo de al lado, un joven industrial cuya posición es tan tentadora, que la de Aimont ha inaugurado su plan de campaña haciendo la corte al cura del pueblo, que tiene una gran influencia con el joven en cuestión...
Palabra del Dia
Otros Mirando