United States or Saudi Arabia ? Vote for the TOP Country of the Week !


24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y darán señales grandes y prodigios; de tal manera que engañarán, si es posible, aun a los escogidos. 25 He aquí os lo he dicho antes. 27 Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del hombre.

Nuestro poeta, por su organización vigorosa y cultivada, pudo resistir esa terrible dolencia que un médico escritor llama con gran propiedad «la enfermedad del ensueño». Era un sublime apasionado, un nervioso, uno de esos divinos semilocos necesarios para el progreso humano, lamentables cristos del arte, que por amor al eterno ideal tienen su calle de la amargura, sus espinas y su cruz.

Subió en el asno sin poner pie en el estribo; veníale el sayo vaquero que parecía haberse hecho para él, y como tenía aquella presencia, nadie le veía con los Cristos delante que no le juzgase por ahorcado.

Donde quiera se ven en los caminos públicos, á cortas distancias, dos objetos que llaman mucho la atencion, revelando la índole de los Vallesinos: nichos de piedra establecidos á la vera del camino, conteniendo pequeños altares con Cristos y estatuas de la Vírgen ó de santos, cuajados de votos ó reliquias y guirnaldas de flores y muy venerados por los paisanos; y al lado del nicho sagrado, ó por lo ménos de una cruz, una fuente bien conservada ó una canal de abeto al aire libre, que lanza sobre algun receptáculo de piedra ó madera un hermoso chorro de agua cristalina y deliciosa.

22 Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas; y darán señales y prodigios, para engañar, si se pudiese hacer, aun a los escogidos. 23 Mas vosotros mirad; he aquí os lo he dicho antes todo. 24 Pero en aquellos días, después de aquella aflicción, el sol se obscurecerá, y la luna no dará su resplandor.

Por eso, con toda razón, en una conferencia que pronunciara en 1894, sobre él, en New York, en la Sociedad Literaria Hispanoamericana, de la cual Martí fue Presidente y fundador, terminaba el señor Enrique José Varona declarando que su carrera podía sintetizarse «en la palabra gloriosa que pone un nimbo resplandeciente en torno de unos cuantos grandes nombres, en la que inmortaliza a los Prometeos, clavados en su roca, y a los Cristos, clavados en su cruz, la palabra Sacrificio».

11 Yo soy toro en mi rodeo Y torazo en rodeo ajeno; Siempre me tuve por güeno Y si me quieren probar, Salgan otros a cantar Y veremos quién es menos. 12 No me hago al lao de la güeya Aunque vengan degollando, Con los blandos yo soy blando Y soy duro con los duros, Y ninguno en un apuro Me ha visto andar tutubiando. 13 En el peligro, ¡qué Cristos!

No hizo, no podía hacer Cristos feos de puro demacrados, Vírgenes sin gracia en fuerza de querer representar pureza, mártires chorreando sangre, anacoretas cadavéricos, rostros consumidos ni miembros donde estuviera maltratada y desconocida esa dignidad de la forma, que es también una alabanza para el Hacedor: debía de amar antes al Dios que crea, conserva y embellece, que al que destruye, aniquila y afea; era creyente y no fanático.