Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 6 de junio de 2025
No me cansaba de contemplarlo, ni me canso hoy, ni me cansaría jamás, aunque me pasara la vida contemplándolo. »Por aquí, no me había engañado la ilusión: para pintar, para pasearme por mar y por tierra, para sentir, para soñar... para todo y mucho más, daba lo que tenía delante.
Te pediré perdón de rodillas por haber alimentado a veces malos pensamientos contra ti, pero es necesario que me otorgues una cosa: es preciso que me jures aquí, sobre este cadáver, que nada sabías, que en todo me has dicho la verdad. Y la acercó al cadáver que parecía contemplarlo con su sonrisa de beatitud, como una novia que sonríe a su novio.
Pero en el momento en que, al contemplarlo, iba a sumergirme en mis visiones románticas, se puso a bostezar terriblemente, de tal modo que volví a caer repentina y bruscamente en la prosa. ¡Pero no nos vamos a quedar aquí, mi señor primo! No seas loca, chiquilla dijo él cerrando los ojos. Haz como yo, vamos a dormir.
¿Quién será? Alguno de los muchachos, ¿no te parece, Melchor?... que viene a pasar el día de mañana contigo. ¡No, Lorenzo!... ¿quién va a pensar en eso! ¿Y por qué no?... Porque no... El carruaje había pasado la tranquera y se aproximaba rápidamente al grupo que se había detenido a contemplarlo bajo un árbol, cuando de pronto vieron que el viajero les anticipaba un saludo agitando su sombrero.
De trecho en trecho se rasga la espesura del bosque, dejando columbrar por pequeños espacios el admirable panorama que se desarrolla al N. N.-E.; pero apénas se tiende la mirada para contemplarlo cuando el inmenso cortinaje de verdura vuelve á cerrarse, y en vez de los nevados y montañas, los lagos y lejanos valles y planicies entrevistos por un segundo, torna á rodearlo á uno la tupida floresta de pinos, abetos, hayas y pequeñas encinas.
Aquel paso tenía algo tan pintoresco y majestuoso, que en cualquier otra circunstancia Catalina hubiese quedado maravillada al contemplarlo, y Luisa no hubiera dejado de admirar aquellas altas pirámides de escarcha, aquellos festones que relucían como el cristal, a la pálida luz de la Luna; pero entonces sus almas estaban llenas de inquietud.
Palabra del Dia
Otros Mirando