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Actualizado: 27 de junio de 2025
Por la fuente de plata que os habéis traído. ¿Y comió mucho la reina? ¡Quia! no... ni el padre Aliaga... ¿Y te has comido las dos?... Sí. Ven, hijo mío, ven... ven á las cocinas... voy á darte aceite, que es bueno para que arrojes... ¡Oh! ¡Dios mío!... Tengo ansias, tío... El bufón asió al mozo y le arrastró consigo.
Agarrado con irresistible presión como siempre a sus ideas, su marido no quiso escucharla, oponiendo a todas sus razones una actitud altiva y desdeñosa. Comió poco y estuvo sombrío y silencioso mientras duró la cena. Cuando habían llegado a los postres sonó el timbre de la puerta. El criado fue a abrir y entró después sin decir nada. ¿Quién llamaba?
Ni chiquillos de escuela en ausencia del maestro, armarían más ruido y batahola que la que armaron los concurrentes al Tribunal tan luego desapareció el jefe de la provincia. Se comentó la elección, se murmuró, se bebió, se comió, y, por último, se bailó.
Sorege no pudo soportar el espectáculo de la tranquilidad ajena y se metió un el interior del parque, por el lado de Kensington, donde paseó como unas dos horas esperando el momento de ir á casa de Julio Harvey. Entró en una fonda de Regent-Street, comió como de costumbre, y dando las dos, llegó al hotel de Grosvenor-Square.
Debe hacerse notar también que a Benina se le iba mermando el dinero, pues comió allí la niña, y fue preciso añadir merluza al ordinario condumio, y además dátiles y pastas para postres.
2 Y viéndolo los fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en sábado. 3 Y él les dijo: ¿No habéis leído qué hizo David, teniendo él hambre y los que con él estaban; 4 cómo entró en la Casa de Dios, y comió los panes de la proposición, que no le era lícito comer, ni a los que estaban con él, sino sólo a los sacerdotes?
Yo estuve algún tiempo sin tener noticias suyas; y como se dice vulgarmente que la esperanza era verde y se la comió un borrico, ya iba creyendo que la misma desgracia había acontecido a mi verde Erín, cuando me escribió contándome lo ocurrido.
No es para descrita. »En muchas horas no hubo modo de arrancarle palabra. No comió ni durmió. A la tarde siguiente me llamó, haciéndome sentar a su lado y me encargó que te escribiera.
Tan cariñosas se mostraron, que Maxi comió más que otros días, sin hacer observación alguna ni quejarse de lo mal condimentado que estaba todo. Hiciéronle café y esto fue lo único que tomó con gana.
Y se acostó en su cama, y volvió su rostro, y no comió pan. 5 Y vino a él su mujer Jezabel, y le dijo: ¿Por qué está tan triste tu espíritu, y no comes pan? 7 Y su mujer Jezabel le dijo: ¿Eres tú ahora rey sobre Israel? Levántate, y come pan, y alégrate; yo te daré la viña de Nabot de Jezreel.
Palabra del Dia
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