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Actualizado: 31 de mayo de 2025
Cerca del último punto encontré unas minas de hierro, las que abrazando un espacio de dos leguas, han sido colocadas por la naturaleza como para facilitar su laboreo y dar vida á aquellas regiones, no léjos del rio, é inmediatas á grandísimos bosques.
Adivinaba que Rosa, colocadas las cosas en el terreno serio, no se dejaría tocar la punta de los dedos. En una ocasión, sin embargo, no pudo resistir más y se entregó. Fue en las postrimerías de Julio... Estaba Rosa apacentando el ganado de casa, cinco o seis vacas y dos o tres becerros, en un prado de las cercanías. Rosa, sentada sobre el césped, miraba con ojos extáticos cómo pastaban las vacas.
La luz de aquella tarde triste de febrero desaparecía con rapidez, y al darnos vuelta lentamente para bajar e informar al gerente del establecimiento del fin desgraciado que había tenido un pasajero, noté que en un rincón estaba la maleta del muerto, y las llaves colocadas en sus cerraduras.
Sus canoas eran, como hoy en dia, muy largas y angostas; sus trages parecidos á los de los otros indios de la provincia: llevaban la cara pintada, y en los dias de gala se adornaban la cabeza con plumas artísticamente colocadas. A decir verdad, su gobierno se reducia á nada: los caciques no tenian la menor autoridad, y su cargo se limitaba á capitanear las huestes que se encaminaban al combate.
No pasaba una señora ni un niña por la calle sin tributar los más afectuosos saludos a la rueda de contertulianos, sentados cómodamente en sillas colocadas en la calle y presididos por el dueño del establecimiento.
En dos urnas colocadas a cada lado de la capilla, se encierran las reliquias de los santos mártires Alejandro, Jacinto, Leon y Eugenio; y las de las vírgenes Gerónima, Margarita y Escolástica.
Luego expresó lo que verdaderamente pensaba. Aunque no he recibido una educación brillante, sé lo que hay que hacer en casos como el presente. Conozco, además, la opinión de personas muy altamente colocadas. Debo batirme, y me batiré. Dijo esto con tal sinceridad, que Robledo pensó en Elena al oírle mencionar las «altas personas» que le habían aconsejado.
Y se alejó, después de recomendar varias veces al médico, con tono suplicante, que no olvidase su asunto. Aresti, mientras despachaba el desayuno y vestía sus ropas de fiesta, colocadas sobre la cama por Catalina, pensaba en la extraña psicología de una gran parte de las gentes de las minas.
Entre los ángulos que forman los lunetos hay estátuas, colocadas tambien en recuadros sostenidos de niños ó genios, de músculos hercúleos y carnes superabundantemente nutridas, con escudos del obispo Reinoso.
Miguel se detuvo frente a un par de banderillas simétricamente colocadas debajo de la espada y la muleta. La última vez que he estado aquí no tenías estas banderillas. Me las ha regalado, no hace más que ocho días, Marmita... ya sabes... Marmita dijo, volviendo el rostro que rebosaba de orgullo y satisfacción. Sí, sí... ya sé... Marmita... cualquier bruto, vamos...
Palabra del Dia
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