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Actualizado: 13 de junio de 2025


Y en esta violencia cifraba nuestro marqués un poquito de orgullo, pensando con deleite y dolor al mismo tiempo en los esfuerzos que la nueva esposa de Jesús haría para arrancar las raíces de afecto tan sólido y antiguo. Mas por entre el hermoso follaje de estos pensamientos, más o menos consoladores, sacaba no pocas veces su odiosa cabeza una idea triste y cruel.

Sin la menor ambición de fortuna ni de grados, cifraba todo su ideal en ser lo que era: un buen militar, teniendo el honor por alma y el servicio del rey por religión. Pasábase los seis meses del año de guarnición en una ciudad y los otros seis en su pequeña casa de campo, con su esposa y sus hijos. En una palabra, el hombre primitivo un tanto modificado por el militar; he aquí mi padre.

Sin embargo, a los pocos años de estar en la Habana el muchacho, su mala conducta hizo que le dejaran cesante, y asaetaba a cartas a su madre pidiéndole dinero. La madre, que apenas tenía para y para Pepita, se desesperaba, rabiaba, maldecía de y de su destino con paciencia poco evangélica, y cifraba toda su esperanza en una buena colocación para su hija que la sacase de apuros.

Aquel señor blanco sin niñas en los ojos, con los hombros desnudos como una dama escotada, debía de ser alguno de los muchos sabios que hubo en tiempos remotos, y en él, en el estante de los libros y en el mapa gráfico estadístico se cifraba toda la sabiduría de los siglos. En este reconocimiento del lugar empleó Isidora menos de un minuto.

Así lo comprendió el excelentísimo señor don Juan Antonio Martínez, y hecho un basilisco fue a pedir al gobernador cuenta de su torpeza; alborotóse este, y guardándose muy bien de confesar que sólo en un anónimo cifraba él las pruebas del complot de Currita, aseguró campanudamente que le constaba la existencia de una vasta conspiración alfonsina, que el marqués de Butrón la dirigía, y que la señora condesa de Albornoz era una trapisondista de tomo y lomo.

El futuro suegro de mi amita, D. José María Malespina, que no tenía parentesco con el célebre marino del mismo apellido, era coronel de Artillería retirado, y cifraba todo su orgullo en conocer a fondo aquella terrible arma y manejarla como nadie. Tratando de este asunto era como más lucía su imaginación y gran desparpajo para mentir.

A las once la campana de Trembles anunciaba el almuerzo; era el primer momento del día en que se reunía la familia y ponía a los dos niños bajo la mirada del padre. Uno y otra aprendían a leer, modesto comienzo, sobre todo para el muchacho, en quien Domingo cifraba, creo yo, la ambición de ver realizado un éxito en oposición diametral del fracaso de su propia vida.

Se dirá que en escucharlo probaba su mujer paciencia de santa, pero hay de entre aquéllas algunas que merecen ser canonizadas. La señora de Aymaret tenía dos hijos de este indigno marido, dos hijos que fueron su consuelo y en los cuales cifraba todas sus afecciones.

Podía colocar a De-Hinchú, bajo influencias suavemente restrictivas, someterlo a una vida y enseñanza que le inclinara al bien más que mis mal reguladas bondades y cuidado superficial. De-Hinchú ingresó en la escuela de un misionero chino, pastor inteligente y bondadoso, que había demostrado gran interés por el chico, y quien, sobre todo, cifraba en él firmes esperanzas.

Esta era la preocupación de Gallardo. Antes cifraba una de sus vanidades en no ocuparse de ellos, y jamás iba a verlos en la plaza antes de la corrida. Yo mato too lo que me echen decía con arrogancia. Y conocía por primera vez a los toros al verlos salir al redondel. Ahora quería examinarlos de cerca, escogerlos, preparando el éxito con un estudio detenido de sus condiciones.

Palabra del Dia

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