United States or Lithuania ? Vote for the TOP Country of the Week !


La visita de Pitogo está á una legua de su matriz, pero su vecindario es más laborioso. Está situada en un cerro que arranca desde la orilla de la mar. Tiene dos ríos caudalosos á ambos lados de la población, resguardados por dos castillejos.

Frente á aquellas islas desaguan el Parsabangon, cuyo río tiene un vadeo por el que pasa el correo de Pagbilao á la contracosta, el Binajan, el Malicbing, el Palaspas, y el Hinguibin, cuyas bocanas muestran al viajero las ruinas de los antiguos castillejos que las defendieron contra las piraterías moras.

Por de pronto, mi señor don Alejandro contestole Fuertes con cierta socarronería , ha sido usted uno de los tres valientes que nos hemos colado en el pozo por entrar en el balandro; y después, mire usted, yo me he visto cara a cara con los moritos en Monte Negrón y en los Castillejos, y hasta en lo de Wad Ras, que fue más agrio que lo que a ustedes se les figuró; y sin echármelas de valiente al decirlo, ni perdí la serenidad, ni el coraje... ni las ganas de pegar; porque aquello era otra cosa: había siquiera suelo firme en que pisar... y en que morir, si era preciso, defendiendo la vida honradamente; pero esto es entregarse a la muerte atado de pies y manos y metido ya en el ataúd...

Casas para vecinos con trazas de cuarteles, viviendas de tres ó cuatro pisos, sin patios, sin luz, sin aire, con proporciones de castillejos, vanos distribuidos con infantil simetria, pobres adornos de yeso de muy dudoso gusto, herrajes de tiritaña, muros y paramentos lisos, y algunos mármoles blancos, azules ó rojos, aplicados á solerías y zócalos.

Después las lecturas belicosas de una poesía irresistible: Bonaparte, con su banderita, pasando el puente de Arcole entre las nubes de metralla, grande como un dios; luego, nuestros generales de ir por casa: Espartero en Luchana, O'Donnell en África, y sobre todos, Prim, el caudillo casi legendario, guiando con su sable los batallones en Castillejos: «Yo quiero ser lo mismo dicen los muchachos ; adonde llega un hombre, bien puede alcanzar otroEl entusiasmo se toma por predestinación, y cada uno se cree fabricado por Dios para ser un caudillo famoso.

Usted me dirá que iba para ver cosas maravillosas, tentado por la novedad heroica de la aventura; y yo, que conozco la vida, le diré que iba por todo eso y además por tocar su parte cuando llegase el momento de distribuir las ganancias de la expedición... Y lo mismo pensaron los románticos caballeros vestidos de hierro que cabalgaban en las Cruzadas huyendo de sus castillejos hipotecados a los usureros germánicos y francos. «¡Jerusalén! ¡Vamos a libertar el sepulcro de CristoPero una vez realizada la conquista, por no separarse más del dichoso sepulcro ampliaron el círculo de sus correrías, cortando el terreno de los vencidos en condados y reinos, y se dieron una vida de sátrapas orientales como no la habían podido soñar en sus magras tierrecillas de Europa.