Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 7 de mayo de 2025
No vus perdáis, muchachos volvió a decir el otro, sin soltar de la boca sucia el caramelo largo. ¡Que le achuche, que le achuche!» graznaron varios, arremolinándose. El Majito y Colilla, que así se llamaba el del carbonero, se sacudieron el primer golpe en los hombros. «¡Leña! ¡Atiza!». A los primeros golpes cayó a tierra el ros.
1 El vaquero de Granada, de D. Juan Bautista Diamante. 2 La dicha del carbonero y Lorenzo me llamo, la nueva, de D. Juan de Matos Fragoso. 3 Hay culpa en que no hay delito, de D. Román Montero de Espinosa. 4 El mancebo del camino, de D. Juan Bautista Diamante. 5 Los sucesos de tres horas, de Luis de Oviedo. 6 Fiar de Dios, de D. Antonio Martínez y D. Luis de Belmonte.
«Miá este dijo uno de los chicos del carbonero, atacando al general en jefe con el codo, así como los pollos embisten con el ala . Dice que me ponga detrás... Si no te callas, puñales, te pego la bofetá del siglo. Pega, hombre, pega chilló Rafael preparándose a recibirle, animoso, imponente, con el puño cerrado, y presentando también el codo y antebrazo como un escudo . Vamos, hombre...
La tinta manaba de sus poros. Se diferenciaba de un carbonero en que su tizne era más consistente y como si le saliera de dentro.
Pues que no lo sea. Arréglate... ¡Ah! Hoy es sábado: los veinticuatro reales del carbonero... En cuanto al maestro de baile, si insiste en subir más cubas, que yo no pago más que lo de costumbre; lo demás es por su cuenta. No me pongas más caldo de gallina, a no ser que el cocinero jefe te mande alguna. Suprimido el cuarto de gallina o el medio pollo.
Parecía todo él tiznado, y no lo estaba; tenía tanto de carbonero como de cura; aquel matiz de las púas negras entre la carne amoratada de las mejillas se hubiera creído que le cubría todo el cuerpo.
El plátano proteiforme, la yuca, el ñame y demás manjares indígenas, les llamaban la atención, y el bajo italiano que se hallaba entre bastidores sonaba en agudezas de carbonero, mientras algunos jóvenes de Caracas, casualmente allí, analizaban los contornos de la contralto con una detención que revelaba, o afición a la anatomía o designios menos científicos.
Y el Alguacil despertó más temprano, con el alborozo de sus doblones, que había puesto debajo de las almohadas, y, metiendo la mano, no los halló; y levantándose a buscallos, se vió emparedado de carbón, y todos los aposentos de la casa de la misma suerte, porque no faltase lo que suele ser siempre del dinero que da el diablo , y tan sitiado desta mercadería, que fué necesario salir por una ventana que estaba junto al techo, y en saliendo, se le volvió todo el carbón ceniza; que si no fuera ansí, tomara después por partido dejar lo alguacil por carbonero, si fuera el carbón de la encina del infierno , que nunca se acaba, amén, Jesús.
Palabra del Dia
Otros Mirando