Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 19 de julio de 2025
»¡Bien hayan tus campiñas y tus bosques! ¡Allí, con la conciencia del hombre honrado, verás, verás, Silvestre amigo, cuánto placer encuentro! ... sobre todo, cuando piense en el infierno de pasiones que aquí se agitan incesantemente, y cuando, mientras considere que en el mundo «... se están los hombres abrasando en sed insacible del no durable mando, tendido yo á la sombra esté cantado».
En una comarca tan esencialmente agrícola, el agua es el principal tesoro, y ella está distribuida con admirable precision en los campos, mediante una vasta red de canales y compuertas que hacen ir de los rios a todas las campiñas y plantaciones la cantidad de agua necesaria.
Gozábase en abrumar con su superioridad de forastera a las señoras de la isla que no sabían francés; escuchaba a la escritora sus líricos elogios de la originalidad de este paisaje africano, con sus blancas casitas, espinosos cactos, esbeltas palmeras y seculares olivos, que tan rudamente contrastaba con el armónico orden de las campiñas de Francia.
En nuestros días, gracias á las carreteras, caminos y sendas que atraviesan nuestras campiñas en todas direcciones, la navegación seria sobre el arroyo es cosa casi desconocida; sólo se boga ya por el placer de remar y sentirse balanceado muellemente por las rizadas ondas. Para el hombre es este uno de los más agradables recreos físicos que pueda proporcionarse.
Su linda iglesia parroquial, sus edificios públicos de instruccion, beneficencia, etc., sus vecinas aldeas anexas, sus bellas campiñas que se desarrollan en planos inclinados, trepando hácia las montañas ó descendiendo hácia los valles, y los puntos de vista encantadores que ofrece su término, le dan un interes pintoresco y de color local que aumenta el valor histórico de la ciudad.
Todo lo que hay de civilizado en la ciudad está bloqueado por allí, proscripto afuera, y el que osara mostrarse con levita, por ejemplo, y montado en silla inglesa, atraería sobre sí las burlas y las agresiones brutales de los campesinos. Estudiemos ahora la fisonomía exterior de las extensas campiñas que rodean las ciudades y penetremos en la vida interior de sus habitantes.
Así le miraba a él, así le sonreía en la época feliz, cuando cabalgaban juntos en las desiertas campiñas iluminadas de suave carmín por el sol moribundo. «¡Mardita sea!...» Pasó malhumorado la noche con unos amigos, luego durmió mal, viendo reproducidas muchas escenas del pasado. Cuando se levantó entraba por los balcones la luz opaca y lívida de un día triste.
Al observar el interior de la ciudad todas las construcciones presentan un aspecto que contrasta mucho con la frescura y lozanía de las campiñas circunvecinas: Ambéres, cuya poblacion no baja de 109,000 habitantes, y que en el siglo XVI llegó á contar hasta 200,000, es un vasto enjambre de cuadras enteramente desiguales é irregulares, calle y callejuelas tortuosas, estrechas, dislocadas en laberintos extravagantes, casi todas húmedas y sucias, muy mal empedradas y de aspecto por lo comun triste y vetusto.
Desde lo alto del soberbio observatorio, no vemos andar los ríos como las nubes de donde han salido, pero se nos revela su movimiento por el brillo chispeante del agua que se muestra de distancia en distancia, ya al salir de ventisqueros quebrados, ya en las lagunas y en las cascadas del valle ó en las revueltas tranquilas de las campiñas inferiores.
La mañana estaba fresca y deliciosa cuando atravesábamos, al dia siguiente, las alegres y ondulosas campiñas del canton de Woerth, donde veíamos alternar los pequeños bosques y viñedos de las colinas con los cereales de las planicies, sucediéndose en suaves planos inclinados.
Palabra del Dia
Otros Mirando