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Actualizado: 18 de julio de 2025


Los años sólo habían agregado un hecho importante, a saber: que maese Marner había juntado en algunas partes una bonita suma de dinero, y que si quisiera podría comprar los bienes de los que se daban más importancia que él.

Prima... ¡por Dios! exclamó Pablo con entusiasmo candoroso ¿por qué eres tan bonita?... Mi padre es muy razonable... no se puede oponer nada a su lógica ni a su bondad.... Florentina, yo creí que no podía quererte; yo creí posible querer a otra más que a ti.... ¡Qué necedad!

Los ojos de Quilito decían: ¡Qué bonita es! ¿Por qué hemos de estar a mal con ellos? Y Susana parecía querer decir: Dile a la tía Casilda y al tío Pablo Aquiles de mi parte que les quiero mucho, mucho, mucho; ¿por qué ha de haber diferencias entre nosotros, si hemos simpatizado tanto? Y sin hablar nada de esto, se comprendían en la mirada expresiva, en el acento cariñoso, en el gesto amable.

Muy bonita, eso si, toda llena de dibujos de plata y oro; pero, señora madre, si no cortaba..., si estaba llena de orín... Vea usted este sable: no tiene letrero, ni cabecitas, ni garrapatos, ni nada; pero corta que es un gusto.

Leí las novelas de Fernán Caballero, que tenían mucha fama; no me gustaron nada, pero me convencí de que me debían gustar. Las he vuelto a leer después, y me han parecido una cosa bonita, pero mezquina. Me dan la impresión de un cuarto bien adornado, pero tan estrecho, que dentro de él no se pueden estirar las piernas sin tropezar en algo.

Y el diablo quiso, precisamente, que ese despotismo afectuoso fuese, entre todas las formas de ternura, la que más disgustase á Roussel, muy vivo, muy independiente, y absolutamente nada inclinado á dejarse dirigir, siquiera fuese por una mujer bonita.

Lo cual hubiera sido de muy mal gusto, á fe mía, y más tratándose de un arquero galante, porque son á cual más bonita y el diablo me lleve si hubiera yo podido preferir y elegir una de las tres.

Desde cualquier punto de la ciudad, se divisaba fácilmente el Instituto Crammer; así es que, bajo este punto de vista, no desmentía su carácter de establecimiento público en el que no faltaba nunca un visitante en su escalera y una cara bonita asomada a sus ventanas.

Llegaron a la calle de Rebollo, número 68, y paró el coche ante el hotel, especie de bombonera, más pretenciosa que artística, más bonita que lujosa.

Don Juan, interrogado en la botica acerca de la causa de mi separación, se limitó a decir: Es muchacho inteligente, trabajador, tiene bonita letra, muy bonita, y aunque de cuando en cuando se le escapan algunas faltas de ortografía, escribe bien, muy bien! No sabía nada cuando entró en mi despacho, y pronto se puso al corriente.

Palabra del Dia

godella

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