Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 26 de julio de 2025


-A fe, Sancho -respondió don Quijote-, que si supieras, como yo lo , cuán honrada y cuán principal señora era la reina Madásima, yo que dijeras que tuve mucha paciencia, pues no quebré la boca por donde tales blasfemias salieron; porque es muy gran blasfemia decir ni pensar que una reina esté amancebada con un cirujano.

Velid Nazar, a ti te saluda, valiente Abenzeid: Sólo tus cartas pudieran despertarme del sueño encantado del placer en que vivo; pero despertándome me encuentro en los brazos de otros sentimientos aún más dulces, cual es la amistad; ¿más dulce dije? ¿si habré proferido alguna blasfemia? ¡pueda mi pecho servir de anillo y unión eterna a pasiones tan celestiales!

Repitiendo lo que ella decía, aunque modificándolo para no proferir una blasfemia, podemos asegurar que la Naturaleza, no Dios, se burló de ella. Poco después de las últimas escenas de esta historia se retiró á un convento, y allí tenía opinión de santa, á lo cual contribuyó mucho la catalepsia.

¡Más lástima que aquella paloma blanca caiga entre las uñas del zote que tiene á su lado! replicó Plutón devorando con los ojos á la hermosa Demetria y remachando sus palabras con otra blasfemia. Joyana y Plutón, así llamados el primero por el pueblo en que nació, el segundo por mote que le puso un ingeniero, eran dos mineros hábiles que había traído consigo el director.

Entonces el martirio debía duplicarse: aquella aparición deslumbrante de todas las noches, que pasaba indiferente por su lado y el de su hija, sin detenerse, que no rendía culto ni a la ley del esposo ni al cariño de la madre, que volvía llena y tibia aun con los vapores del mundo en que vivía, después de librar la batalla del lujo en la feria de las vanidades; aquella aparición enloquecedora desaparecía, y ante los ojos fatigados del anciano se alzaba el espectro aterrador de doña Medea, riendo con una carcajada satánica, estridente y vengativa, y lanzando una blasfemia terrible contra aquel desgraciado del destino, víctima inocente de la suerte, que temblaba de espanto y de impotencia ante el recuerdo del pasado y el cuadro del presente.

Observolo la madre Shipton, y desde lo más alto de la torre de su fortaleza de granito lanzó hacia aquella una maldición. Fue su última blasfemia y tal vez por aquel motivo revestía cierto carácter sublime. Me siento mejor dijo confidencialmente a la Duquesa. Pruebe de salir allí y maldecirlos, y te convencerás.

Cerca de ellos, al otro lado de la esquina de adobes, sonó un tiro, acompañado de un grito. El amigo de Manos Duras lanzó una blasfemia. Ya empieza el baile dijo armando su rifle y corriendo hacia el sitio donde había sonado la detonación. Rojas acababa de disparar su revólver contra el hombre que le impedía el paso.

Ella no es responsable: nadie es responsable de faltas que no comete. Esa transmisión es un absurdo. Es una blasfemia contra la soberana justicia y la bondad del Eterno.

Y cada «ta», por el tono con que don Alvaro lo suelta, parece un centón de blasfemia y una letanía de maldiciones. Doña Inés suele acudir entonces, y dice: ¿Por qué chillas tanto, diantre de hombre? Lo que padeces nada vale en comparación de la hiel y vinagre que dieron a Cristo. ¿Piensas que chilló nunca Job en el muladar tanto como chillas ahora? ¡Sufre y ganarás el cielo!

29 Por , pues, se pone decreto, que todo pueblo, nación, o lengua, que dijere blasfemia contra el Dios de Sadrac, Mesac, y Abed-nego, sea descuartizado, y su casa sea puesta por muladar; por cuanto no hay otro dios que pueda librar como éste. 30 Entonces el rey ennobleció a Sadrac, Mesac, y Abed-nego en la provincia de Babilonia.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando