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A casi todos los esclavos, en recompensa de sus servicios, les concedió libertad. Sólo guardó consigo, aunque también beneficiados por el testamento de D. Joaquín, a Madame Duval, a dos doncellas, y a tres negros de los más fieles, hechos también libertos.

Somos clérigos como los canónigos, llegamos a beneficiados por oposición, hemos estudiado como ellos las ciencias religiosas, y además somos músicos; pues a pesar de esto, cobramos casi la mitad del sueldo de un canónigo, y para recordarnos a todas horas nuestra ínfima condición, nos hacen sentar en la sillería baja. Los únicos que en el coro sabemos música ocupamos el último lugar.

Buen Ferri respondió el soldado , yo no hablo mal de la gente de tu nación sino por esas malas voces que corren de vuestra mala creencia; por lo que toca a María, ángel es y ángel se estará, y libre se encuentra de tan negra mancha; yo la fío y la confío, y desde el niño Mercado, monaguillo de hopa y bonete, que esto escucha, hasta el licenciado y cura Tristán, y los dos beneficiados, darán la vida por ella.

Pero en lo que se acentúa más y más el parecer erróneo que con calculado interés se propala en nuestro país por los que de ello resultan beneficiados, es de cuanto se refiere á la población indígena; conceptuación que sentada por una célebre carta del Padre San Agustín desde fecha remotísima, mantiene en nuestro pueblo la errónea creencia de que el indio es holgazán, inepto y refractario á toda idea de cultura.

En miércoles 13 de Diciembre del referido año de 1504 «se platicó sobre lo de la custodia de la forma que se a de acabar ... e determinóse quel señor arcediano de sevilla e los otros señores beneficiados que se fallaron presentes quando se platicó sobre esto con el Rmo. Sr.

En él se determina que se paguen 1000 mrs. por el obispo; 600 por las dignidades y canónigos; 200 por los racioneros; 100 por las medias raciones; y que esto se satisfaga por el obispo en su primer año y por los beneficiados en los dos años primeros, cada año la mitad.

Era día de gran fiesta, y no sólo los canónigos y beneficiados estaban en sus asientos, sino los sacerdotes de la capilla de los Reyes y los prebendades de la capilla Mozárabe, las dos pequeñas iglesias que vivían aparte, con tradicional autonomía, dentro de la catedral de Toledo. Luna vio en medio del coro a su amigo el maestro de capilla, con sobrepelliz rizada, moviendo una pequeña batuta.

Pero el elemento joven, los más de los canónigos y beneficiados, los que vestían con más pulcritud y elegancia, los que usaban el sombrero de canal suelta el ala, ancho y corto, se resignaron, y toleraron la invasión de la Vetusta elegante.

Don Fermín, que iba a la sacristía, dio el rodeo de la nave del trasaltar flanqueada por otra crujía de capillas. Frente a cada una de estas, empotrados en la pared del ábside había haces de columnas entre los que se ocultaban sendos confesonarios, invisibles hasta el momento de colocarse enfrente de ellos. Allí comúnmente ataban y desataban culpas los beneficiados.

Al frente de ellos figuraba Celedonio, que en vida de Madariaga se había enriquecido ya sin otro trabajo que escucharle, repitiendo: «Así será, patrónMás de un millón de pesos representaban estas mandas en tierras y reses. El que completaba el número de los beneficiados era Julio Desnoyers.