Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 29 de junio de 2025


Como los perdedores a la ruleta, en Mar del Plata, que atribuían su mala suerte a los "patos" o mirones de atrás, si la leche o la crema se cortaban era porque habían sido miradas por una persona de mal ojo; si un árbol se secaba, era porque había sido tocado por una persona de mala sangre; capturar víboras o arañas vivas era cosa de brujería, etc., etc.

Aplaudían los amigos de la casa el gusto y la esplendidez de la marquesa, a quien atribuían exclusivamente la dirección de todo aquello, mientras la interrogaban con un gesto, por no atreverse a ser más explícitos con la lengua, al recorrer una verdadera serie de salones fastuosamente decorados.

El P. Millon profundizaba la ciencia, conocía la Física de Aristóteles y la del P. Amat; leía atentamente el Ramos y de cuando en cuando echaba un vistazo al Ganot. Con todo, sacudía muchas veces la cabeza con aire de duda, sonreía y murmuraba: transeat. En cuanto á Química, se le atribuían poco vulgares conocimientos desde que, fundándose en un dicho de Sto.

En el punto de honor, era un caballero antiguo, abierto, desprendido, pródigo hasta el exceso con las mujeres; calavera sin escrúpulos en materias parvas; burlón de los avaros y de los necios, lengua libre y corazón de oro en medio de los terribles defectos mundanos que le atribuían ciertas mamás consternadas por su mala fama.

La buena dosis de estoicismo indio, que le atribuían como herencia de sus antepasados maternos, prestole inapreciables servicios hasta que las ruedas giraron rechinando sobre los guijarros del río en el vado Scott, y la diligencia se detuvo, a la hora de la comida, en el Hotel Internacional.

Buenos soldados, pero incapaces de realizar los milagros que todos les atribuían. ¡Ese Tchernoff! exclamaba Argensola . Como odia al zar, encuentra malo todo lo de su país. Es un revolucionario fanático... y yo soy enemigo de todos los fanatismos.

Nosotros no sentimos que la Tierra nos arrastra así por los espacios celestes, en compañía del globo que habitamos, como tampoco nos damos cuenta del movimiento de rotación diurna. Los antiguos los desconocían ambos, y los atribuían aquél al cielo entero, y el segundo al Sol en persona. Tomaban, pues, por realidades, lo que sólo era apariencia.

Ansioso de distracción, de conversaciones que le aturdiesen, juntábase muchas noches con ciertos borrachos famosos, y bien entrada la mañana se les veía por las calles más céntricas, con paso inseguro, discutiendo a voces de filosofía o literatura. En mitad de una disputa, el recuerdo de Feli asaltaba a Isidro, y rompía a llorar. Los compañeros atribuían la culpa de este llanto al coñac.

Este Ginés de Pasamonte, a quien don Quijote llamaba Ginesillo de Parapilla, fue el que hurtó a Sancho Panza el rucio; que, por no haberse puesto el cómo ni el cuándo en la primera parte, por culpa de los impresores, ha dado en qué entender a muchos, que atribuían a poca memoria del autor la falta de emprenta.

Los sensualistas, que no atribuian á la materia la facultad de pensar, tampoco admitian ideas innatas; confesaban la existencia del espíritu, pero solo le otorgaban facultades sensitivas: todo su caudal debia sacarlo de las sensaciones, y no podia ser otra cosa que sensacion transformada. Contaban las ideas innatas con otros adversarios que no eran materialistas, ni sensualistas.

Palabra del Dia

metropolitanos

Otros Mirando