Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 31 de mayo de 2025


Tal vez no sabemos tanto o somos menos atrevidos que ese parlanchín de las barbas, pero somos más serios, más sencillos. Nuestro catolicismo es para América más... ¿cómo me explicaré?... más... Más clásico interrumpió Ojeda, para sacar al cura de su apuro.

Era buscada, requebrada y solicitada por no pocos mozos; pero, brava y arisca, sabía despedir huéspedes, imponer respeto y tener a raya a los más atrevidos. Sólo se le conocía una inclinación que desde la niñez persistía en ella con constancia; pero esta inclinación, al menos por su parte, más que de afecto amoroso tenía trazas de fraternal cariño.

Sus enemigos me parecieron mas atrevidos, pero mas estúpidos que cada toro. Todos ellos, á cual mejor, se distinguen por la originalidad, el lujo ó lo pintoresco del vestido. Pero sus papeles son muy desiguales. El Espada representa lo sublime de la barbarie; el Picador, la perfeccion de la bestialidad; el Capeador ó simple torero, la simple union del atrevimiento, la agilidad y la gracia.

Era, con todo, tan inverosímil y tan desatinado el suponer que un hombre, que había pasado ochenta años sin querer casarse, pensase en tal locura cuando ya tenía un pie en el sepulcro, que ni la madre de Pepita, ni Pepita mucho menos, sospecharon jamás los en verdad atrevidos pensamientos de D. Gumersindo.

Si lo restante de este drama fuese igual á lo que antecede, había de clasificarse entre los más notables escritos por Calderón; pero el poeta, al comedio de su obra, ha añadido algo soñado y fantástico á la acción para hacer sensible la idea de que en esta vida todo es verdad y todo es mentira; y, aunque en ella se admiren muchos rasgos atrevidos y poéticos de mérito extraordinario, sin embargo, nos vemos obligados á deplorar su extravío, imprimiendo en este argumento grandioso y eminentemente trágico, una modificación más propia de ópera que de drama.

Decían lo segundo, no menos atrevidos que injuriosos, que aunque en la Iglesia se veían tantos ministros graves, doctos, celosos y virtuosos, todo era para tener, o ganar lucimiento, autoridad y aún que comer, desacreditando con esto la virtud verdadera, por más que la solidez de la humildad, pobreza, entereza y desinterés dieran voces al corazón contra tan impía mentira.

Llevaba impreso sobre su hermosa frente ese signo de melancolía que demuestra que una mujer no es dichosa. Es un atractivo que pocos hombres resisten. Los más atrevidos temen ofrecerse a la que parece no carecer de nada, pero la tristeza enardece a los tímidos. No faltaban, ciertamente, médicos a aquella alma afligida.

Quizá el buen hijo del cielo confundiera ilógicamente los rigores de la estación con los de sus perseguidores, los niños de las escuelas, que libres a esta hora del instructivo encierro, eran mucho más audaces y atrevidos. De manera que siguió su camino apresuradamente, y volviendo una esquina, detúvose por fin delante de una casa y penetró decididamente en ella.

Contemplándola Moreno con ojos más atrevidos que en los tiempos que no se creía rico y poderoso, vió de pronto cómo el rostro de la «señora marquesa» parecía velarse, lo mismo que si se deslizase sobre él la sombra de una nube invisible. Luego contrajo su boca con expresión dolorosa y se llevó las manos al rostro, para ocultar sus lágrimas. Se levantó de su sillón el oficinista para consolarla.

Lloro á la muerte ansioso, al fuego me lamento sin sentido, gimo al aire celoso, al mar me quejo, al cielo favor pido, y no me dan consuelo la tierra, el aire, el fuego, el mar, ni el cielo. ¡Ay prenda de mis ojos! ¡ay soberana luz! ¡ay Sol querida! ¿qué atrevidos arrojos han dejado mi vida sin tu vida? si somos en tal calma, un amor, un aliento, un ser, un alma.

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando