Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 13 de mayo de 2025


Pasé después por algunas calles, me detuve para comprar flores a una linda muchacha, a quien pagué con una moneda de oro; y habiendo atraído suficientemente la atención pública, hasta el punto de notar que me seguían más de quinientas personas, tomé el camino del palacio que habitaba la princesa Flavia, a quien envié a preguntar si se dignaba recibirme.

No se acordó más de ella, para seguir ocupándose del público que entraba y entraba, atraído por el programa nuevo. La vieja se vió otra vez en la calle. No tenía mas que una idea. «¡Me lo han matado! pensaba . En este día en que todos ríen, me lo han matado por segunda vezReapareció su enérgica voluntad de luchadora obscura y humilde.

¡Es ese maldito, ese condenado decían , que ha atraído la cólera del Cielo osando profanar a la prometida de Cristo! su presencia es un azote... ¡Anatema, anatema sobre él! Y luego venían unas maldiciones capaces de hacer estremecer a nuestro santo padre.

Después de bromear largo rato, sin dignarse mirar a su linda enemiga, pero con el pensamiento fijo en ella, atraído por el desaire pasado como por un imán, y buscando el desquite como el jugador que ha perdido, se puso de improviso otra vez frente a ella y la invitó de nuevo. El mismo resultado. Rosa dio la vuelta y se puso a bailar con otra amiga.

En los países del Norte, regados casi todos con abundancia por fuentes, arroyos y ríos, los manantiales no han atraído hacia ellos, como las fuentes del Mediodía, la poesía de las leyendas y la atención de la historia.

Se había caído de una escalera, golpeándose en los filos de los peldaños, que son de bronce... También yo me sentí atraído por las puertas y empecé a golpear la de mi vecino, el hombre misterioso, el personaje de Hoffmann. Necesitaba hablar con él: le invitaba a levantarse, para que bebiésemos una copa juntos y presentarle a mis amigos. «Sal, no tengas miedo: te conozco.

Como si ella misma se contestase, y sin dar tiempo a que don Andrés dijese palabra, Juanita habló de esta suerte: Perdone vuecencia, señor don Andrés, si le he atraído a mi casa con algo que puede calificarse de engaño. Me pidió vuecencia una cita amorosa, y yo se la he concedido.... Pues entonces dijo don Andrés no es mi perdón, sino infinitas gracias lo que tengo que darte.

Y yo, Alcaparrón amigo, cuando siento ganas de llorar recordando la nada de aquél montón de tierra, la triste insignificancia de las florecillas que lo rodean, pienso en que no está allí mamá completamente, que algo se ha escapado, que circula al través de la vida, que me tropieza atraído por una simpatía misteriosa, y me acompaña envolviéndome en una caricia tan suave como un beso... «Mentira», me grita una voz en el pensamiento.

Desnoyers pasaba el resto de la noche en el fumadero, atraído por la presencia de la «señora consejera». El capitán de la landsturm, avanzando un enorme cigarro entre sus bigotes, jugaba al poker con otros compatriotas que le seguían en orden de dignidades y riquezas.

En efecto; el nuestro se sentía atraido por la natural inclinación de su espíritu á la pintura de los sentimientos caballerescos y de las costumbres de la nobleza, y si su razón reflexiva encontraba un alimento favorito en el sistema de honor de la grandeza española, y en su oposición con otros deberes, también es cierto que no contribuyó poco á encadenarlo en este círculo de personas y de ideas, la circunstancia de escribir generalmente para las clases de la sociedad más elevadas y selectas.

Palabra del Dia

atormentada

Otros Mirando