United States or Taiwan ? Vote for the TOP Country of the Week !


La emocion de las peripecias y el interes de la escena, en cuanto revela valor, habilidad y peligros, le arrebatan la conciencia de lo que aquello tiene de bárbaro y atroz. Sus defectos no son mas que la exageracion de sus cualidades. Uno de los rasgos mas curiosos de los toros es la energía del espíritu de partido que ellos despiertan.

Valencia es una ciudad muy digna de ser estudiada, por su curiosa fisonomía, pero donde no se puede vivir con placer una vez que se han recogido las impresiones mas notables. Si sus campos arrebatan, sus calles dan horror, sus hermosas mujeres intimidan y sus gentes de arrabal asustan. Esa sociedad necesita para suavizarse del impulso poderoso del cosmopolitismo moderno.

Experimentó la melancolía del actor que empieza a «entrar en su personaje» y ve que le arrebatan de pronto el papel. Había saltado atrás con el pensamiento, suprimiendo unos días, y se contemplaba en el silencio de la noche equinoccial paseando por «el rincón de los besos» sosteniendo con un brazo a la romántica alemana, próxima a desvanecerse de sentimentalismo.

Nos lamentamos entonces de la inestabilidad de las cosas humanas y porque nosotros no tenemos ya aptitud para gozar de bellezas que nos arrebatan, acusamos locamente a la naturaleza de haber cambiado.

10 Porque éste es de quien está escrito: He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, Que aparejará tu camino delante de ti. 12 Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, al Reino de los cielos se da vida; y los valientes lo arrebatan. 13 Porque todos los profetas y la ley hasta Juan profetizaron. 14 Y si queréis recibir, él es aquel Elías que había de venir.

No pareces criminal, la justicia no te prende al menos; verdad es que la justicia no prende sino a los pequeños criminales, a los que roban con ganzúas, o a los que matan con puñal; pero a los que arrebatan el sosiego de una familia seduciendo a la mujer casada o a la hija honesta, a los que roban con los naipes en la mano, a los que matan una existencia con una palabra dicha al oído, con una carta cerrada, a esos ni les llama la sociedad criminales, ni la justicia los prende, porque la víctima no arroja sangre, ni manifiesta herida, sino que agoniza lentamente consumida por el veneno de la pasión que su verdugo le ha propinado. ¡Qué de tísicos han muerto asesinados por una infiel, por un ingrato, por un calumniador!

La iglesia es, en pequeño, una primorosa imitacion de San Pedro de Roma, con un lujo de ornamentacion que sorprende y seduce, y mil trabajos de escultura y pintura que arrebatan y embelesan sucesivamente. Hay allí frescos deliciosos que le dan al recinto un no qué de celestial y sublime, impresionando profundamente.

El autor, por cierto admirable prosista cuyo nombre ha sido olvidado injustamente en las historias de nuestra literatura, que con más claridad y energía supo expresar esta hostilidad al desnudo, aunque exagerando como era natural sus peligros, fue el carmelita Fray José de Jesús María. «El sentido de la vista dice es más eficaz que el del oído, y sus objetos arrebatan el animo con mayor violencia; y así es más vehemente la moción que despierta la deshonestidad con las pinturas lascivas, que con las palabras; y tienen menos reparo las especies y memorias que entran por los ojos que las que se perciben por los oídos; porque las palabras pintan una cosa ausente o ya pasada, pero las pinturas la figuran presente... Y así los pintores cuando hacen figuras fabulosas y lascivas cooperan con el demonio, granjeándole tributarios y aumentando el reino del infierno.

Y esas ondas, que siempre arrebatan ó cautivan, van á detenerse en el marco pintoresco de las riberas y colinas del canton de Vaud, ondas terrestres de luciente verdura. El lago de Ginebra ó Leman es, sin disputa, el mas hermoso y útil de los que contiene Suiza, rivalizado apénas por el de Constanza bajo el punto de vista comercial.

El milagro que la cruz hace en los dos, que la llevan, forma entonces el verdadero núcleo del drama: la vida de los dos elegidos, no obstante sus pecados y desdichas, es sólo para ambos la senda obscura, que conduce al sol resplandeciente de la salvación eterna, que, desde la cuna, ha brillado para ellos; en vano influencias maléficas los arrebatan al abismo de su perdición, porque permanecen fieles á la cruz, y este signo de la verdad y de la gloria los arranca del pecado y de la muerte.