United States or Argentina ? Vote for the TOP Country of the Week !


Es tan malo de aqueste su gobierno, Que en sus penas á todos ver quisiera, Con saber que de aquesto la ganancia Que le viese, es tormento en abundancia. ¿Qué diremos de aquel gran marinero Carreño, que en tres dias vino á España De las Indias, trayendo mal tempero, Huracanes, tormenta muy estraña?

Con todo aquesto viene cada dia A vista el enemigo Zapicano, Por ver en el estado que estaria El encogido ejército cristiano. En tanto Juan Ortiz á tierra envía, Por una media barca que en el llano Estaba, con la cual presto es mudada Al isla San Gabriel la triste Armada.

Ha de sacar con espanto Las lágrimas de la risa, Y hacer que vuelvan con risa Otra vez al triste llanto. Ha de hacer que aquel semblante Que él mostrare, todo oyente Le muestre; y será excelente Si hace aquesto el recitanteCuatro han sido traducidos al alemán, y se hallan en mi Spanischen Theater: Francfort, a. M. 1845, tomo I. Sedano, Parnaso español, tomo VI.

Y como aquesto le dijese aquel su capitan delante de sus tres buenos amigos, rióse Inca Yupanqui de ver que su padre le queria matar de aquella manera, y de conocer que reinaba envidia en él, y estándole él rogando que se sirviese de todo ello y que se lo acetase en servicio.

El Juan Ortiz se parte para Lima, Con título y blason de Adelantado: De barras lleva hecha grande rima, Que sabe Dios cual él las ha juntado. Aquesto le causaba gran estima, Y ser de todo él mundo respetado: Que tanto de valor cualquiera abarca, Cuanto tiene dineros en el arca.

Aquesta embarcacion deja entenderse El fin con que Candinh la fabricaba, Para poder con ella bien meterse En puerto: que tomar imaginaba Alguna tierra, pueda valerse, Y aquesto su designo le guiaba; La fama por la costa se estendia, Que para el Argentino la hacia.

Y al fin de aquesto, queriendo tener Inca Yupanqui todo respeto á su padre, aunque no le habia querido dar favor, le trujo delante dél todas las cosas que habeis oido, para que su padre dél rescibiese aquel servicio y aprendiese la posesion de los tales enemigos por sus vasallos, sujetados por capitan suyo.

Es Yamandù en aquesto el trujamante, Que es primo del Cayú; muy confiado Está, porque poniéndose delante De nuestro Juan Ortiz, Adelantado, Har

E hízolo el Terù, que con su gente Haciendo para aquesto llamamiento, Se fuè á Santa-Fé: mas de repente Volvió huyendo en busca de su asiento. Los mancebos pelean fuertemente, Los indios llevan de ello el escarmiento, Y viendo Yamandú que nada ha hecho, Con las cartas se va

Mas quiero las dejar, que bien les queda Para poder llorar el tiempo largo, Mas no al que salir del fuerte veda, Que aquesto tomò entonces á su cargo.