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Actualizado: 22 de mayo de 2025
Al aproximarse a la luz del velón, Salvatierra se fijó en el color cobrizo de su cara, en las córneas de sus ojos, que parecían manchadas de tabaco, en sus manos de dos colores, con la palma sonrosada y el dorso de un negro que aún se hacía más intenso bajo las uñas.
Vió un montículo de tierra en el mismo lugar del fusilamiento. Dos pies y una mano asomaban á ras del suelo. Al aproximarse se desprendieron unos bultos negros de esta fosa poco profunda que dejaba al descubierto los cadáveres. Un tropel de alas duras batió el espacio, alejándose con graznidos de cólera. Volvió sobre sus pasos.
Al aproximarse, notando Benina que alguien se asomaba a una reja del piso bajo, hizo propósito de preguntar: era un burro blanco, de orejas desmedidas, las cuales enfiló hacia afuera cuando ella se puso al habla.
Desde allí, y de atrás, acechó a su compañero, recogiendo el revólver caído; pero Podeley yacía de nuevo de costado, con las rodillas recogidas hasta el pecho, bajo la lluvia incesante. Al aproximarse Cayé alzó la cabeza, y sin abrir casi los ojos, cegados por el agua, murmuró: Cayé... caray... Frío muy grande...
Al aproximarse el día de la lucha, mostraban los contratistas los fajos de billetes de Banco, con los que habían de anonadar á los pobres cuitados de Guipúzcoa. El Chiquito de Ciérvana era vigilado y mimado como si fuese una tiple hermosa. No iba á las minas, y acompañaba por las noches á los contratistas, preocupándose todos ellos de lo que comía y bebía.
Mientras tanto se presentan en el convento los dos mercaderes; fíjase la hora en que han de profesar; pero al aproximarse, se les aparecen el Demonio, el Mundo y la Carne, y les aconsejan que no renuncien tan locamente á los placeres terrenales. Antonio y Leandro se quedan estupefactos; hacen la señal de la cruz, ante cuyo signo huyen los fantasmas, y entran en el claustro.
Es verdad... es verdad dijo Gallardo con súbita palidez por estas palabras del bandido. Reflejábase en su rostro el temor supersticioso que le acometía al aproximarse los momentos de peligro. Su destino le parecía igual al de aquel vagabundo terrible, que forzosamente un día u otro había de caer en su lucha desigual.
Por fin el triste bulto cayó en el polvo, y allí quedó, flácido e inerte, soltando líquido, como un pellejo agujereado que expele el vino a chorros. El pastor, con sus cabestros, se llevó el toro al corral, pues nadie osaba aproximarse a él, y el pobre Chiripa fue conducido sobre un jergón a cierto cuartucho del Ayuntamiento que servía de cárcel.
Iba avanzando lentamente, con pasos firmes, pero con el cayado por delante tanteando el terreno. La familia le miró con atención. Era el único que en las dos semanas que allí estaban se atrevía á aproximarse á las tierras. Al notar la vacilación de sus ovejas, gritó para que pasasen adelante. Batiste salió al encuentro del viejo.
El jardín, momentos antes despoblado, vomitaba personas por todas sus aberturas. Al aproximarse al grupo, pudo oir los comentarios de varios curiosos sueltos que instruían á los que llegaban. Un oficial convaleciente... Iba paseando con una señora... De pronto, cae redondo... lo mismo que si lo hubiese herido un rayo... Ahí está.
Palabra del Dia
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