Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 2 de junio de 2025
Padre, hoy está usted de mal humor; es porque no ha podido decir misa en el altar de la Concepción como otras veces. Tiene usted ojeras; bien se ve que se ha pasado toda la noche rezando. Ya sé por qué dijo la misa el domingo más tarde: esperaba que llegase doña Eloisa. Ese alzacuello le aprieta a usted mucho. Está usted incómodo. ¿Quiere que yo se lo arregle?...
Va Zadig á él, le desarma; y quando mas enfurecido el Egipcio se quiere tirar á él, le agarra, le aprieta entre sus brazos, le derriba por tierra, y poniéndole la espada al pecho, le quiere dexar la vida. Desatinado el Egipcio saca un puñal, y hiere á Zadig, quando vencedor este le perdonaba; y Zadig indignado le pasa con su espada el corazon.
Aprieta la mano de su hermano más cordialmente que nunca, y lo mira en silencio en el fondo de los ojos, como si tuviera que hacerse perdonar una falta grave. Gertrudis tiene la palidez que causa una noche de insomnio. Su mirada evita la de Juan, y la taza de café que le ofrece suena en sus manos temblorosas.
Cuando esté cocida se separa del fuego dejándola enfriar tal como está por espacio de un par de horas; se saca, se la quita el paño, se aprieta bien con las manos para que salga el agua, procurando que no pierda la forma antes de presentarla.
¡A otro perro con ese hueso! -respondió el ventero-. ¡Como si yo no supiese cuántas son cinco y adónde me aprieta el zapato!
Esta dificil y pesada carga Que el senado Romano me ha encargado, Tanto me aprieta, me fatiga y carga, Que ya sale de quicio mi cuidado: Guerra de curso tan estraño y larga, Y que tantos Romanos ha costado, Quién no estará suspenso al acabarla, O quién no temerá de renovarla?
San Juan de Outon, navio muy nombrado, Con la plata del Rey habia salido; En breve el Luterano le ha alcanzado, Y como de improviso le ha cogido, Y el viento en aquel punto le ha faltado, De su fuerza escaparse no ha podido: A su diccion y mando le sujeta, Y tomando la plata luego aprieta.
El tiempo se nubla y dentro de pocas horas tendremos mar gruesa. También yo lo he advertido, señor Van-Stael. Si el viento aprieta, recogeremos velas. Los dos lobos de mar no se habían equivocado. A la extremidad meridional del golfo de Carpentaria se iban amontonando nubes obscuras con los bordes color de naranja, y se extendían por el cielo, amenazando cubrirle hasta los límites del horizonte.
Así que, aprieta un poco las cinchas a Rocinante y quédate a Dios, y espérame aquí hasta tres días no más, en los cuales, si no volviere, puedes tú volverte a nuestra aldea, y desde allí, por hacerme merced y buena obra, irás al Toboso, donde dirás a la incomparable señora mía Dulcinea que su cautivo caballero murió por acometer cosas que le hiciesen digno de poder llamarse suyo.
-No, por cierto -respondió don Vicente-; mi mala fortuna te debió de llevar estas nuevas, para que, celosa, me quitases la vida, la cual, pues la dejo en tus manos y en tus brazos, tengo mi suerte por venturosa. Y, para asegurarte desta verdad, aprieta la mano y recíbeme por esposo, si quisieres, que no tengo otra mayor satisfación que darte del agravio que piensas que de mí has recebido.
Palabra del Dia
Otros Mirando