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Actualizado: 5 de junio de 2025
No cansarémos á nuestros lectores en discutir teórica y estadísticamente este punto de práctica, resuelto ya por muchos médicos alemanes, ingleses y franceses, en sus obras especiales. =B.= Estados diatésicos resultantes de afecciones agudas.
El ruido de las mil voces no es más que un débil zumbido, sobre el cual descuella solamente, con notas agudas, la algazara de los caballitos de madera; y cuando la orquesta del baile, que se ha callado por un tiempo, empieza a tocar otra vez, ahoga los demás ruidos con el estallido penetrante de sus cornetines.
¿Qué hay en vuestras palabras, Dorotea, que las hace para mí agudas y afiladas como un puñal? Hay, que no me conocéis bien: hay vuestro recelo... ¡creéis que yo estoy ofendida de vos! Debéis estarlo. Lo estaría si os hubiéseis casado con otra mujer. Una mujer que ama no cede á ninguna su amor.
Esta efervescencia la hizo moverse como un ave, más bien que andar al lado de su madre, prorrumpiendo continuamente en exclamaciones inarticuladas, agudas, penetrantes.
Es verdad que el principio general que indica que las mas bajas sean para las enfermedades agudas, es aplicable á la belladona; pero tambien lo es, que ningun medicamento tiene tanta necesidad como este de las variadas dósis de toda la escala posológica.
La calle Real, la más grande de aquella villa, y como si dijéramos la columna vertebral que sirve a las otras de engaste y punto de partida, estaba materialmente cubierta de jinetes franceses y de caballos. Aunque la mayor parte eran cadáveres, había muchos gravemente heridos que pugnaban por levantarse; pero clavándose de nuevo en las agudas puntas del suelo, volvían a caer.
Una inmensa hoguera se produjo instantáneamente. Sus chispas volaron por el aire como estrellas filantes. Un grito de entusiasmo se escapó de todos los pechos. Á este grito se unió el redoble del tambor y las agudas notas de la gaita. Los rostros iluminados por aquella viva luz resplandecían de placer. Todos hablaban, todos reían formando gozosa algarabía.
Velázquez embromaba á la graciosa Cardenala sobre su tristeza. ¿Por qué tenía aquella cara tan larga? ¿Por qué no hablaba? ¿Había visto al lobo? ¿Dónde le había cogido aquel aire? Mercedes respondía con palabras sueltas y breves, casi siempre agudas; porque tenía ingenio y sal la muchacha. Los demás reían y tomaban parte en la broma.
Pero por lo menos no habrá allí, así lo espero, minaretes de flechas agudas sobre los cuales sienten a las gentes, mezquitas donde insulten a las jóvenes, y cristianos que degüellen a un anciano como un corzo. Además, usted no ha estado allí, ¿verdad, comandante? Sí, Blasillo. ¿Y permaneció usted mucho tiempo en ese hermoso país?
Se puede decir en verdad que hay pocas enfermedades agudas ó crónicas, y en todas las edades, en las que la manzanilla no tenga una indicacion que llenar; pocas enfermedades que no pueda simplificar ó regularizar; pocos padecimientos que no alivie, ya que no los cure.
Palabra del Dia
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