Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 19 de mayo de 2025


Mientras tales sucesos se efectuaban en Altavilla y en las calles adyacentes, D. Juan Estrada-Rosa, presa de irritación indescriptible, se paseaba agitadamente por su gabinete mesándose los cabellos. Los consuelos hipócritas del marica de Sierra no lograban calmarle. Hablaba de salir a la calle y arrojarse sobre la insolente muchedumbre.

No sólo la razón y el buen sentido se oponen a ello, sino que de la observación más superficial de los hechos resulta: primero, que el amor es un sentimiento natural y constante en las jóvenes; segundo, que en usted no existen motivos para sustraerse a él, y tercero, que el hecho de dormir poco y agitadamente hace muy verosímil la suposición de que usted se encuentra enamorada.

Y ya se estaba poniendo en pie para ir a verla, y arreglándose Sol los cabellos, aquellos cabellos suyos finos, de color castaño con reflejos dorados, cuando a un tiempo se oyeron dos diversos ruidos: uno en el cuarto de Ana, como de mucha gente que se moviera y hablara agitadamente, otro a la puerta de la calle, donde, con aire desembarazado, saltaba un hombre opuesto, de una mula de camino.

La sangre brotó abundante y cubrió su rostro, obligándole á retroceder para ponerse fuera del alcance de su enemigo, quien se detuvo por un momento respirando agitadamente, mientras los testigos de aquella lucha rompían el silencio que hasta entonces guardaran. ¡Bien por ambos! exclamó Germán. Sois tan valientes como diestros y aquí debe terminar esta contienda.

El secreto es mío ahora repuse, aun cuando no le dije que la misteriosa bolsita de gamuza se había extraviado. ¿Pero no sabe usted, hombre, lo que eso implica? gritó, poniéndose de pie delante de y entrelazando y retorciendo sus delgados dedos nerviosa y agitadamente. No, no lo contesté riendo, pues trataba de aparentar que tomaba sus palabras con ligereza.

Los guerrilleros seguían marchando por los lados del camino sin decir nada, como si fuesen sombras. El trineo volvió a correr al galope del caballo; poco después moderó la marcha; el animal respiraba agitadamente. La labradora permanecía silenciosa, tratando de ordenar aquellas nuevas ideas en su cabeza.

Cuando puedas... Si ahora no tienes que hacer... Quisiera que no se enterasen... Descuide usted, señorita respondió la morenita pálida sonriendo con amabilidad; nadie sabrá una palabra. Su mamá me va a mandar por almidón, y a la vuelta, ¡zas! me encajo allá. Al recibir Gonzalo el recado, sintióse acometido de punzantes remordimientos. Comenzó a pasear agitadamente por su cuarto.

Después que se despidió, yo, en vez de seguir hacia casa del canónigo, retireme a la mía poseído de fuerte turbación. La cosa no era para menos. Aquella carta daba al traste con todos mis proyectos amorosos. Comencé a pasear agitadamente en sentido oblicuo por la estancia. La tristeza, la cólera y el despecho armaban un verdadero motín en mi cabeza.

Palabra del Dia

condesciende

Otros Mirando