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Actualizado: 17 de mayo de 2025
Fue a buscarle hasta en los chiribitiles donde arrastraba su nombre y su casta. Le golpeó rudamente en el hombro y le dijo con aquella franqueza que oculta tan bien la adulación: ¿Qué hace usted, mi querido duque? Este no es su sitio. Todo el mundo le echa de menos en nuestro círculo, hombres y mujeres; ¿me ha oído usted bien?
Schack, es de grande interés para los que desean conocer á fondo el reinado del gran legislador de Oriente, debe tenerse en cuenta que tampoco merecen entero crédito sus infames y ocultas venganzas de los que tanto lo favorecieron antes, las cuales prueban el extremo de degradación á que llegan á veces los hombres, y las incalculables contradicciones á que los arrastran el interés, la adulación, el miedo y la rabiosa ira.
Y ante aquella reunión de gente tosca, pasaba como un relámpago la visión de un Brull jefe del gobierno, llenando la primera plana de los periódicos con discursos de seis columnas y al final Se continuará; y todos ellos nadando en dinero y gobernando a su capricho España, como ahora manejaban el distrito. Jamás príncipe heredero creció entre el respeto y la adulación que el pequeño Brull.
Tratábale su tío afablemente; por respeto o adulación al Prelado, hacían lo mismo cuantos le rodeaban, y merced a su protección entraba Lázaro en la carrera a que le habían destinado, escudado contra las privaciones, con el porvenir preñado de fortunas, y el alma llena de presentimientos.
Hubo un silencio de angustia, pero el valentón, pasado el primer movimiento, permaneció en su silla. Don Luis dijo con una mueca de adulación. Usté es el único hombre que puede jaser eso. Usté es mi pare. ¡Y porque soy más valiente que tú! gritó con arrogancia el señorito. Eso afirmó el matón con otra sonrisa aduladora.
En más honda consideración se reconoce la exactitud con que el autor definía las cartas familiares: en éstas se halla su retrato moral pareciendo entre los rasgos, que si alguno excedía al de la adulación , era el de la vanidad.
Algunos tienen talento, aunque no pueden vivir de la pluma. En España la selección está hecha al revés. La inteligencia, incluso el genio, es menos útil que la asiduidad, la adulación, la laboriosidad y otras virtudes de oficinista. La tragedia de Edgar Poe se repite todavía. Además, casi nadie tiene sentido de lo bello, y la literatura les interesa a pocos.
Soy rico, soy solo en el mundo, sencillo en mis gustos, inclinado á hacer el bien que puedo, refractario á la envidia y á la maledicencia, y no puedo contemplar, sin estremecerme, los dardos que me arrojan las rivalidades que cercan mi puesto, y la baja adulación de los que me necesitan ó me temen.
Raúl, por su parte, afectaba las maneras discretas, respetuosas y casi tímidas de un hombre de mundo ante una simple joven, lo que, por poco coqueta que fuese, era para la austera institutriz la más delicada adulación.
Susana hallaba en ella un corazón amigo, que aun contrariándola, mostraba comprenderla, distante por igual de la adulación y de la envidia; porque en la humildad de Valeria no había sombra de bajeza. Ni ella la hubiera tolerado, pues era tan altiva a lo grande e incapaz de pretender que le atribuyesen cualidades que le faltaban, como celosa de que se reconocieran las que estaba segura de tener.
Palabra del Dia
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