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Actualizado: 22 de junio de 2025
19 Y las enseñaréis a vuestros hijos, para que penséis en ellas, sentado en tu casa, andando por el camino, acostado en la cama, y cuando te levantes; 20 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus portadas;
Tan cansado estaba Zadig que durmió profundamente, puesto que enamorado; mas no dormia Itobad que estaba acostado en el quarto inmediato: y levantándose por la noche entró en el de Zadig, cogió sus armas blancas y su mote, y puso las suyas verdes en lugar de ellas. Apénas rayaba el alba, quando se presentó ufano al sumo mago, declarándole que un hombre como él era el vencedor.
En la madrugada del siguiente día había dos coches preparados para la marcha. Todo el equipaje lo ha arreglado la señorita díjome su doncella. No se ha acostado en toda la noche. Apenas estuvieron enganchados los caballos, Cecilia montó precipitadamente en la berlina.
Marroquín se están pegando allá arriba en la guardilla.» Subió el inspector a saltos y halló al cura en un estado que daba lástima verlo: echando sangre por las narices y los dientes. No quiso, sin embargo, que se diese parte al director, ni se dijese nada en el colegio. Entre D. Ruperto y Miguel lleváronle a su cuarto, le pusieron algunos paños de árnica, y le dejaron acostado.
¿Qué hora es pues? preguntó Fortunato incorporándose. Las cinco. Perdóneme usted que interrumpa tan pronto su sueño, pero estando solo, me volvía loco.... ¡Oh! hijo mío; has hecho muy bien en despertarme. Espera, voy á levantarme. No, permanezca usted acostado; lo mismo podemos conversar y con tal de que me hable usted de Clementina, quedaré aliviado.... ¿Tú no has dormido? mi pobre hijo.... ¡No!
No se levantarán sino á las once, á medio dia ó mas tarde, porque no se han acostado sino á las dos ó las tres de la mañana. Esa es la costumbre. Las puertas de las casas y tiendas se abren lentamente, si son de rango subalterno.
Los dos cómplices entraron en la habitación, y lo primero que hirió la vista de Mantoux fue el puñal de que le había hablado el duque. ¡Y bien! exclamó la viuda ; ¿el señor de Villanera se ha acostado? Sí, señora. ¡Infame! ¿Qué han dicho mientras comían? No han hablado de la señora. ¿Ni una palabra? No; pero después de comer, el señor duque me ha preguntado la dirección de la señora.
La familia estaba reunida en una habitación bastante espaciosa, y todo anunciaba la indigencia. Un anciano de aspecto respetable estaba acostado en un rincón sobre una tarima cubierta de paja, y a su lado una mujer, también vieja, le hacía beber un brebaje y volvía de cuando en cuando la cabeza para enjugar una lágrima.
El intérprete llegó cuando el dueño del hotel ya se había acostado, y hubo de levantarse gruñendo y protestando de que se le molestase para asuntos que nada le importaban. Le eran desconocidos los señores de Villanera, y le parecía dudoso que hubiesen estado en la isla, pues todos los viajeros distinguidos se hospedaban en Trafalgar Hotel.
Sólo se hablan olvidado unas bujías y Patricia bajó a traerlas. Acostado Maxi, sucedió lo que se temía: que se puso peor, y vuelta a los vómitos y a la desazón espasmódica. «Tú no quieres hacer caso de mí... ¡Cuánto mejor que hubieras dormido en casa esta noche!
Palabra del Dia
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