Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 12 de mayo de 2025


Aunque el Barón de Castell-Bourdac, restablecida en gran parte la hacienda de su casa, poseyó por entonces bastantes bienes de fortuna, que hubieran podido servirle de sostén y aun de resorte para su elevación en la política, por desgracia e no quiso mezclarse en nada, y no acertó a emplear mejor su actividad que en disipar alegremente sus bienes y volver a quedarse pobre.

Malo es siempre dar que hablar; pero dar que hablar sin motivo es malo y tonto. Don Paco depuso el enojo, no acertó a responder a Juanita con ninguna frase concertada y se fue, despidiéndose de ella resignado y triste. Pasaron días y vino el obispo, como se espetaba.

Así aclaró o creyó aclarar muchas dudas y formar idea, aproximada ya que no exacta, del país a que había llegado y de la gente que en él vivía. Pondremos aquí, en resumen, el resultado de sus investigaciones o dígase lo que él acertó a comprender y lo que nosotros podemos expresar sin trabucarlo ni alterarlo.

Cuando la señorita se apartaba del zarzal, D. Manuel acertó a ver a la Nela a punto que esta había caído completamente de su burro, y dirigiéndose a ella, gritó: ¡Oh!... ¿aquí estás ?... Mira, Florentina, esta es la Nela... recordarás que te hablé de ella. Es la que acompaña a tu primito... a tu primito. ¿Y qué tal te va por estos barrios?... Bien, Sr.

Hubo uno, sin embargo, dotado de prendas tan raras y brillantes, tan enamorado o fingiendo con tanto arte que lo estaba, tan discreto, buen mozo y seductor, que acertó a cautivar el alma de la desdichada Condesa. Contribuyó mucho a este resultado, como sucede siempre, la fama de conquistador que ya tenía el galán.

La mente de D. José caía en un mar de confusiones, hundiéndose más a medida que veía más objetos, ya de lujo, ya de comodidad. Iba a seguir emitiendo juicios muy filosóficos sobre aquella revolución próxima, cuando Miquis acertó a ver el piano. Verlo, correr hacia él, abrirlo, hojear los papeles de música, y dar con su dura mano un acorde en la octava central, fue cosa de un instante.

Si no lo finge, en verdad que es muy buena esta muchacha; y lo finge, sabe más que Cardona: es admirable su fingimiento. Así, doña Inés se predispuso ya favorablemente. Su favor valía mucho, y doña Inés acertó a cobrárselo por instinto. También hay su poco de gorronería en los grandes y poderosos de la tierra.

Entre estos curiosos, acertó á detenerse una tarde M. Choron, profesor de canto y fundador de la Real Institución de Música Religiosa. La voz de la niña mendiga le interesó: era extensa y dulce, y había en ella un ardor extraño. Choron llamó á la futura histrionisa con un gesto. ¿Qué edad tienes? la preguntó. Once años. ¿Quieres que yo te enseñe á cantar? , señor; ¡ya lo creo!...

Y quiso la suerte que, cuando llegó a este verso, acertó a pasar por allí un labrador de su mesmo lugar y vecino suyo, que venía de llevar una carga de trigo al molino; el cual, viendo aquel hombre allí tendido, se llegó a él y le preguntó que quién era y qué mal sentía que tan tristemente se quejaba.

Con ocasion de un bautismo, arrojáronse algunos cuartos á los chicos y naturalmente hubo cierto tumulto en la puerta de la iglesia. Acertó entonces pasar por allí un bravo militar que, algo preocupado, tomó el barullo por filibusterada, y arremetiendo sable en mano á los chicos, entra en el templo, y si no se enreda en la cortina suspendida del coro, no iba á dejar dentro títere con cabeza.

Palabra del Dia

tundas

Otros Mirando