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Actualizado: 18 de junio de 2025


Pero ni De Pas ni Mesía estaban satisfechos. Los dos esperaban vencer, pero a ninguno se le acercaba la hora del triunfo. Esta mujer decía don Álvaro es peor que Troya. El remedio ha sido peor que la enfermedad pensaba don Fermín.

Era receloso; presentía que la desgracia se acercaba; la veía en todas partes: en las caras curiosas que asomaban al ventanillo de la puerta; en el cura de la cárcel, que ahora entraba todas las tardes, como si aquella celda infecta fuera el lugar mejor para hablar con un hombre y fumar un pitillo. ¡Malo, malo! Las preguntas no podían ser más inquietantes. ¿Que si era buen cristiano? , padre.

Pero el duque de Osuna, que iba recatadísimamente á verla por la reja algunas veces en la semana y en las altas horas de la noche, conservaba rigurosísimamente su incógnito. En vano doña Juana pretendía desvanecer la sombra de aquel bulto negro que se acercaba á la reja. En vano pretendía recordar una voz conocida en aquella voz afectada.

Si los griegos consideraban al ritmo yámbico como al que más se acercaba á la conversación ordinaria, y como la medida más adecuada á la representación de una fábula , lo cual es también aplicable á casi todas las lenguas modernas, en la castellana concurría además otra razón importante.

Entonces, y como la atracción que le impulsaba hacia el cadáver era más poderosa á medida que se acercaba á él viendo que por codos no podía abrirse paso, dió á gritar de una manera desentonada: ¡Dejadme, dejadme pasar, por Dios! ¡quiero verla! ¿no oís que quiero verla antes de que se la lleven? ¡Dejadme pasar! Y redoblaba sus gritos.

La imagen misma era ya una caricia, y se le acercaba, dulcemente; sentía en la cara el calor de su cara, la misteriosa blancura de un seno pequeño emergía, en la sombra... Y Muñoz se aterraba, tenía la sensación de cometer en su pensamiento una profanación.

Esta misteriosa piedra, que se engarzaba como por privilegio en medio de las otras perlas, tenía una oculta y maravillosa propiedad, y era que los matices de sus colores cambiaban incesantemente cuando la persona que se adornaba con el collar se acercaba en bien o en mal a alguna súbita mudanza o peripecia en su condición y fortuna.

Y se acercaba á él y le pasaba con delicadeza la mano sobre la cerviz. Bartolo gruñía. Estaba Celso en vena de humor jocoso y bromeaba imitando, en cuanto le era posible, el acento, la desenvoltura y el donaire que había admirado en sus compañeros de cuartel allá en Sevilla. Era su dulce manía.

A todo esto se acercaba ya la noche y yo, mísero de , no disponía del poder de Josué para detener el sol a mi placer. De repente, a la escasa luz del farol que alumbraba la escalera, alcancé a ver el vestido de mi fugitiva, pero ésta no iba sola, pues también vi la capa de un hombre que bajaba en su compañía. ¿Será su amante? ¿Será su hermano? pensé.

Se acercaba la hora de comer, y tuvimos el sentimiento de abandonar su compañía, no sin prometernos comer juntos al dia siguiente en el restaurant de San Jacobo, calle de Rívoli. No habian trascurrido diez minutos, cuando nos hallábamos en la casa en donde debiamos comer por franco y medio cada cubierto.

Palabra del Dia

lanterna

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