Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 10 de mayo de 2025


Batiste hasta se estremeció viendo cómo la pobre Pepeta abrazaba á Teresa y su hija, confundiendo sus lágrimas con las de éstas. No; allí no había doblez: era una víctima; por eso sabía comprender la desgracia de ellos, que eran víctimas también. La mujercita se enjugó las lágrimas. Reapareció en ella la hembra animosa y fuerte, acostumbrada á un trabajo brutal para mantener su casa.

Esta especie de hastío al destino árduo que debia ejercer á la edad que requieren las leyes, se le iba aumentando con los años; por el contrario, cualquier faena á que la dedicasen de las propias de su sexo, la abrazaba con el mas indecible júbilo; asi es que, todavia de corta edad, era la admiracion de cuantos la oian y observaban sus entretenimientos.

Estábamos, sin duda en la miseria; algunas veces pedía yo pan y no había pan para . Mi madre, Dios la tenga en el cielo, me abrazaba y se echaba a llorar: «Linilla, me decía Dios nos dará pan; vamos a pedírselo». Y me ponía de rodillas, y me hacía rezar, con las manos juntas sobre el pecho, como un angelito de esos que vimos el otro día en la capilla de San Antonio.

Y para dar más fuerza a sus ruegos se abrazaba a Rafael, acariciaba su cabeza caída y pensativa, dentro de la cual se agitaban tempestuosas las ideas, removiendo profundamente su voluntad.

Cuando mi padre volvía, y contaba á mi madre los peligros que había arrostrado, mi madre le escuchaba sonriendo; cuando mi padre se despedía para una nueva campaña, le abrazaba sonriendo también; cuando nos quedábamos solas, mi madre se me mostraba alegre, tranquila. No quería ennegrecer mi alma de niña con su tristeza.

Y abrazaba y daba palmadas en la espalda también a su Frígilis para que no tuviera celos de Mesía. Quintanar era feliz; quería que lo fueran todos los suyos, su mujer, sus criados, y los amigos, hasta los conocidos, el mundo entero. Si Mesía le preguntaba en broma: ¿Qué tal Kempis? ¿Qué dice de esto Kempis? El otro contestaba: ¿Quién? ¡Qué

Desde entonces todo el mundo se acordaba de aquel incidente, y en cuanto veía al viejo, le preguntaba: «Bueno, ¿qué hay de las reformas?» Y todos le consideraban un hombre muy radical... ¿Y él, Krilov? Cuando bebía una copa de más, se dormía, o empezaba a llorar y abrazaba a todo el mundo. Una vez abrazó hasta al criado.

Eran poco más o menos de igual altura: él, a pesar de las malas pinturas, y ella, a pesar del descuido y desaliño que la afeaban, sonreían con dulzura inefable: el Hijo de Dios calumniado por un artista ramplón y la criatura abandonada por un padre infame, despertaban en el entendimiento de la pobre criada sensaciones análogas y dulcísimas: cuando abrazaba a la niña se le venía Jesús ante los ojos, y al rezar a los pies de la escultura su imaginación volaba hacia el fruto de sus entrañas, creyendo ver purificada por mediación de la sagrada imagen la falta cometida.

Algunos picadores con sus chaquetas de brocado y sombreros inmensos galopaban también sobre algún mal caballo, llevando a las ancas a un amigo, que le abrazaba cariñosamente para no caerse. Los peones bajaban por las aceras lentamente, en amable plática, formando apretados y numerosos grupos.

Toda su fuerza de voluntad no había podido borrar aquellas dos señales de las lágrimas y del insomnio. Pero Dorotea sabía que tenía aquellas señales y estaba tranquila. Don Juan entró con recelo; esperaba un recibimiento terrible. Pero se sorprendió al ver que Dorotea se levantaba solícita, salía á su encuentro y le abrazaba.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando