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Actualizado: 9 de mayo de 2025
¡Si la hace con una limosna el señor mayorazgo!... He llegado a ser tan pobre como vosotros. Si no tuviese abierta la sepultura, tendría que ir en vuestra caravana por los caminos, mendigando el pan. La muerte ya marcó mis horas, y para poder morir en paz, he abandonado a mis hijos todo cuanto tenía. ¿Y adónde va en esta noche? Ya os dije que voy a morir.
Cuando vivia aquel pobre soldado, no tenia tal vez en el mundo ni casa, ni abrigo, ni familia; muerto y abandonado en aquel campo de batalla, Horacio Vernet le ha dado un palacio.
Al dejar de quererle, como amante, había seguido queriéndole como si fuera su hijo: como criatura de su espíritu, ya que le había iluminado y mejorado. De aquí que la función de la Tejuca, triste prueba de la recaída del joven, abandonado por ella, bastó para afligirla; pero lo que la desoló, por no ofrecer ya remedio ni esperanza, fue la muerte violenta tan estúpida y brutalmente motivada.
Mientras que yo admiraba los pormenores más minuciosos de este cuadro maestro, mi mujer volvió los ojos al otro lienzo de pared, decorado por una pintura que representa á un hombre muerto, abandonado en un campo de batalla. ¡Qué solemnidad! ¡Qué grandeza! ¡Qué poesía! ¡Qué espíritu!
Memorable fue aquella noche... Pedro López aseguró al día siguiente, bajo su firma, en las columnas de La Flor de Lis, que el espíritu de Meyerbeer había abandonado la mansión de las armonías para inspirar en el Real el estreno de Dinorah.
Lo habrías contado todo al marqués, éste hubiera roto con su tía y vendríamos, hoy a estar en el mismo caso... ¡Su ruina estaría consumada, teniendo yo tal vez un día que sufrir sus reproches!... ¡No, eso no!... Mi única falta ha sido haber abandonado mi primera inspiración de entrar en el convento en lugar de contraer este desdichado matrimonio, engañando a un hombre honrado.
Miguel no supo qué contestar á esta pregunta; pero pasados unos segundos se acordó, como si los ojos fijos de ella le sugiriesen la visión de aquella noche en que la había abandonado brutalmente. ¡Cómo te burlarías de mí! ¡Qué tonta debí parecerte!... Sí; una tonta insufrible. Yo era Venus; era el centro del mundo; todo lo existente, seres y cosas, se había fabricado para mi persona.
Paréceme dijo Quevedo , que este tunante quiere vengarse de la paliza que le apliqué hace cuatro noches; pues días pasan y días vienen, y los tiempos andan, y alguna vez nos encontraremos, racimo de horca. ¡Y pensar que don Juan está abandonado á sí mismo y acaso preso! ¡Válgame Dios! ¿y con qué cara me presento yo, si acontece al muchacho una desgracia, á don Pedro Girón?
El P. Barzola pasó al Chaco, redujo parte de los Guanás, y trayéndolos á las tierras de los Mbayás en esta banda, el año de 1772, les fundó una reduccion cerca de la anterior: pero la abondonó luego, sin que nadie fuese á sucederle, y me persuado que los indios que componian dichas reducciones, las habrán abandonado.
Pero ese infame hombre la ha abandonado... La ha arrojado de su casa dijo D. Paco. Múltiple exclamación de horror resonó en la sala. Esta mañana añadió Asunción sacando difícilmente de su pecho el aliento necesario para hablar lord Gray salió dejándome sola en la casa.
Palabra del Dia
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