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Actualizado: 15 de junio de 2025


Pero entonces, allí, en presencia de un cuadro que me recordaba toda mi niñez, viendo en el altar a un sacerdote digno y virtuoso, aspirando el perfume de una religión pura y buena, juzgué digno aquel lugar de la Divinidad; el recuerdo de la infancia volvió a mi memoria con su dulcísimo prestigio, y con su cortejo de sentimientos inocentes; mi espíritu desplegó sus alas en las regiones místicas de la oración, y oré, como cuando era niño.

Si bien seguía creyéndose profundamente piadoso, don Víctor hacía distinciones sospechosas entre la religión y el clero, entre el catolicismo y el ultramontanismo. «Yo soy tan católico como el primero», esta era su frase cada vez que decía alguna herejía o algo parecido; pero se metía a interpretar a su modo los textos del Antiguo y Nuevo Testamento y hasta se atrevía a decir delante de curas y señoras, que el hombre virtuoso es siempre un sacerdote, y que un bosque secular es el templo más propio de la religión pura, y que Jesucristo había sido liberal, con otros disparates.

El hombre virtuoso debe ser fuerte de ánimo, y no tenerle miedo a la soledad, ni esperar a que los demás le ayuden, porque estará siempre solo: ¡pero con la alegría de obrar bien, que se parece al cielo de la mañana en la claridad!

Y por eso sus ojos tienen cercos tan profundos y su boca esa mueca de melancolía: porque los días huyen, huyen... ¡y Rodolfo no llega nunca! Perfil de tragicomedia MI querido cofrade D. Amaranto Peláez es un virtuoso covachuelista, muy digno de una hornacina en el martirologio moderno.

Léntulo y Julio, le dan cada cual una limosna. Léntulo da su limosna, solo con el fin de que el socorrido cuando mejore de fortuna, se acuerde del bienhechor, y le favorezca si este lo necesita. La accion de Léntulo no tiene ningun valor moral: al juzgarla se ve una combinacion de cálculo, un acto virtuoso.

51 Y fue hecho saber a Salomón, diciendo: He aquí que Adonías tiene miedo del rey Salomón; porque ha tomado los cuernos del altar, diciendo: Júreme hoy el rey Salomón que no matará a cuchillo a su siervo. 52 Y Salomón dijo: Si él fuere virtuoso, ni uno de sus cabellos caerá en tierra; mas si se hallare mal en él, morirá.

Andaba con frecuencia el señor Ulloa traspunteado con los canónigos, sus compañeros, y aun con otras personas eclesiásticas, y una de las que con quien no estaba muy á derechas por ciertos resentimientos, era con el licenciado D. Alonso Alvarez Córdoba, arcediano de Niebla, varón prudente y virtuoso, respetado y querido.

Hay muchas cosas que parecen errores de nuestra conducta, y que son verdades de conciencia, inspiraciones inevitables de un deseo virtuoso, sobre las cuales debe correrse un velo de misterio y de veneracion.

Mucho tiene que sufrir la virtud; pero si no tuviera que sufrir ¿sería virtud? ¿Qué mérito tendría? Y sin duda que la piedra de toque, en que se aquilata y contrasta el sufrimiento, es esta duda en que deja el virtuoso a los demás hombres acerca de si su virtud es tontería, impotencia o amilanamiento y poquedad de espíritu. Hombres hay que no resisten a esta prueba.

Mantendrá numerosos espías que le enteren del estado de la opinion pública: estallará mañana una insurreccion en el suburbio occidental, y al dia siguiente al rayar el alba aparecerán colgados en las alamedas del Guadalquivir trescientos cadáveres desfigurados!... Al-haken enriquece la aljama de Córdoba con una joya de mucho mayor prez que el oro y el mosáico: confiere el cargo de su Justicia mayor ó Cadí de los Cadíes al sabio y virtuoso Mohammad Ibn Bashír, y con este solo acto ha hecho lo suficiente para que su nombre resuene siempre venerado en las aulas del templo.

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