Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 10 de mayo de 2025


Nada, nada, ya verá uté cómo eso se arregla y le casamos en seguidita. ¡Vaya con don Ceferino, llegar a Sevilla enamorado ya de una sevillana! Ya ve usted... y siendo yo gallego. ¿Cómo gallego? exclamó cambiando repentinamente de expresión, en el colmo del estupor. ¿Pues no me había dicho hace un momento que era poeta? Bueno, soy poeta y gallego a la vez.

Quizá será porque aún no han alcanzado ese grado supremo de la civilización en el que un saludable desprecio de todo es el fundamento de las virtudes públicas y privadas. ¿La calle de San José?... ¿Me hace usted el favor?... uté en eya, cabayero.

Era la hora de los recuerdos tropicales. «¿Se acuerda uté, don Agapito, se acuerda uté de aqueya mulatica perra que le venía a dar plasé a la tienda? ¡Y qué bien que cantaba las guarachas, la sinvergüensa!

A los pocos segundos salió de nuevo y vino a decirme que el colegio estaba próximo a la iglesia. En esa casa que hase rincón, ¿sabe uté? Le di las gracias y me dirigí hacia allá a paso lento. Por si acaso la mujer me estaba mirando, entré en el portal, aunque sin ánimo alguno de llamar a la puerta. Era un edificio viejo sin fachada regular.

Por la mañana, la microscópica Matildita vino a preguntarme cómo había dormido. Muy mal le respondí. ¿Y eso? No ... me parece que la cama es algo dura. Pues, hijo mío, si tiene uté tres colchones. Esta noche le pondré a uté otro. No; mejor será que me quite usted los tres y ponga uno blando. Más de una docena de veces entró y salió aquella mañana en mi cuarto.

Pero yo le eché una mirada tan furibunda que la pobre mujer, aterrada, cambió instantáneamente de expresión, y con la viveza y la astucia que caracterizan a andaluzas, dijo con perfecta naturalidad: Uté dispense, señorito... Le había confundío con don Celipe el inpetor del taller de pitiyo.

No puede ser. ¿Ve uté aquel rinconsito tan apañaito donde ya no da el sol? Pues allí nos vamo á sentá uté y yo... pa que uté me diga algo... porque ésta es la hora en que no me ha dicho todavía que tengo los ojos así y la boca andando y el talle de esta manera y los cabellos de la otra... en fin, toas esas simplesas que disen ustés los hombres cuando están ajumaos.

Nos mataremos, zi uté tiene tanto empeño... Pero conzte que yo cuando le he vizto a uté a la reha con eza niña no he ido a buscarle buya. ¡Hombre, tiene gracia! ¿Y por qué me la había usted de buscar?

Al tiempo de salir entraba en el portal Paca, quien, al verme, abrió unos ojos como puños, y dilatándose después su rostro con sonrisa placentera, exclamó: ¡Madre mía del Rosío! ¿Uté aquí, señorito?

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando