Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 7 de mayo de 2025
¡Sin querer salir! repitió con tristeza; en balde practicaba los medios supersticiosos de que se valen algunos jugadores: escoger el billete en día trece, entrar en la agencia con el pie derecho, tomarlo con los ojos cerrados... ¡Nada! ¿y el club? ¡Si usted supiera, tía Silda!
En el punto más alto del techo del espacioso edificio de que se ha hecho mención, y precisamente durante tres horas y media de cada día, á contar del mediodía, flota al aire ó se mantiene tranquila, según que la brisa sople ó esté encalmada, la bandera de la república, pero con las trece estrellas en posición vertical y no horizontal, lo que indica que aquí existe un puesto civil, y no militar, del gobierno del Tío Samuel.
Tengo... tengo... mire V., yo siempre digo que tengo catorce, pero la verdad es que no tengo más que trece y dos meses... ¿y V.? ¡Una atrocidad! No me lo pregunte usted, que me da vergüenza. ¡Ah qué presumido! ¡Si yo le he de querer lo mismo que tenga muchos que pocos!
Pero los centenares de comedias que lo han hecho célebre los escribió después de su vuelta a España, siendo ya sacerdote. Calderón no escribió menos de cuatrocientos dramas. A los trece años compuso su primera obra El Carro del Cielo. A los cincuenta se hizo sacerdote, como Lope, y ya no escribió más que piezas sagradas.
1 Y en el mes duodécimo, que es el mes de Adar, a los trece del mismo, donde llegó el mandamiento del rey y su ley, para que se pusiera por obra, el mismo día en que esperaban los enemigos de los judíos enseñorearse de ellos, fue lo contrario; porque los judíos se enseñorearon de los que los aborrecían.
A este tiempo llegó de otro pueblo distante el matador del hermano Alberto con otros doce ó trece de los suyos, que con sus persuasiones confirmó al pueblo en su resolución.
Don Acisclo lo tuvo por buen agüero. Después doña Luz siguió leyendo la carta. La sonrisa se fue acentuando cada vez más. Al cabo vino a convertirse en risa algo burlona. «Es curioso pensó don Acisclo . ¿Con qué chistes se descolgará ahora su papá, a los doce o trece años de muerto, para que ella se ría tan fuera de sazón?». En esto, doña Luz acabó de leer la carta.
Mas como no era de presumir que ella por su voluntad se hubiese arrojado sobre mí de aquel modo brusco e inconveniente, pues jamás había hecho daño a ninguna muñeca, creí más probable que de alguna casa me la hubieran arrojado. Alcé la cabeza vivamente. En efecto, el reo estaba de pie en el balcón de un primer piso, suspenso, atónito, consternado. Era una niña de trece o catorce años.
En el mismo prólogo del Jardín del alma cristiana declara este pacto, además de las tres tragedias indicadas, los títulos de trece comedias, y farsas, escritas por él, y de diez y siete actos cuadradecimales de la Sagrada Escritura, compuestos para ser representados durante la Cuaresma. V. la nota de la pág. 319.
Concertose después con la batelera para su expedición nocturna y se despidió de ella recomendándole mucho sigilo. Cuando entró de nuevo en la habitación encontró en ella a Maximina, que estaba acabando de arreglarla, y a su primo Adolfo, un muchacho de trece a catorce años con grandes cachetes, el cabello corto y erizado y unos ojos cargados de carne, fieros y desvergonzados.
Palabra del Dia
Otros Mirando